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Salud

Trastornos del desarrollo en niños: ¿cómo afrontar el diagnóstico?

Expertos en fisioterapia y neuropsicología ofrecen herramientas innovadoras para abordar los trastornos del desarrollo infantil, empoderando a los padres como los mejores cuidadores de sus hijos.

Trastornos del desarrollo en niños: ¿cómo afrontar el diagnóstico?

Los trastornos del desarrollo son afecciones que pueden afectar el crecimiento y el desarrollo de un niño. //Foto: tomada de internet.

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La frustración es un sentimiento común cuando las personas se convierten en padres, especialmente ante situaciones con sus hijos donde las respuestas no resultan tan claras como imaginaban; sin embargo, gracias a investigaciones y descubrimientos realizados por expertos, hoy contamos con numerosas herramientas que promueven una crianza y un desarrollo infantil integral, libre de estigmas.

Los trastornos del desarrollo en niños son afecciones que afectan el crecimiento físico, cognitivo, emocional y social. Entre los más frecuentes están: trastorno del espectro autista (TEA), trastornos del aprendizaje (dislexia, discalculia, disgrafía), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastornos del lenguaje y la comunicación, trastorno del desarrollo de la coordinación, trastornos del espectro de la ansiedad y trastornos emocionales, trastorno del desarrollo intelectual, trastorno de la comunicación social (pragmático). Aunque suelen identificarse a través de evaluaciones realizadas por profesionales de la salud a temprana edad, el trabajo que se realiza en casa es fundamental para mejorar la calidad de vida de los niños. Lea: Ella es Manuela Molina, la psicóloga que abandera la crianza respetuosa

Silfredo Frías, especialista en fisioterapia obstétrica y deportiva, y Daniela Arango, neuropsicóloga infantil, brindan una serie de herramientas para que los padres atiendan las necesidades de sus hijos durante su crecimiento.

“Las alteraciones cognitivas en los niños se manifiestan a través de dificultad en el aprendizaje, retraso en el desarrollo del lenguaje, problemas en la atención y concentración, dificultades en la interacción social, comportamientos repetitivos o rígidos, problemas en la coordinación motora, dificultad en la gestión de emociones o conductas. Estas alteraciones en el crecimiento tienen un impacto significativo en su desarrollo y calidad de vida”, expone Frías. Lea: Salud mental: psicólogos clínicos, cada vez con más empleabilidad en Colombia

Expertos recomiendan crear una red de apoyo entre familiares y amigos. //Foto: tomada de internet.
Expertos recomiendan crear una red de apoyo entre familiares y amigos. //Foto: tomada de internet.

La necesidad de buscar ayuda no es sinónimo de debilidad

Por su parte, Daniela Arango explica la importancia de que los padres vivan el proceso sin temor a demostrar sus emociones, pero abiertos a los cambios que deberán realizar en su entorno, debido a que “recibir un diagnóstico constituye un cambio crucial en la dinámica familiar, un momento que puede ser emocionalmente desafiante para los padres y esta situación puede generar reacciones iniciales como estrés, negación o incluso sentimientos de culpa”.

La experta añade que la negación es uno de los mecanismos de defensa más comunes, ya que aceptar que el diagnóstico puede ser abrumador. Sin embargo, con el tiempo y las estrategias adecuadas, muchas familias logran avanzar hacia la aceptación, una etapa donde se reconoce la importancia de buscar apoyo que favorezca el desarrollo del menor. Lea: venes cartageneros en psiquiatría son “ejemplo de resiliencia”

“La aceptación del diagnóstico no ocurre de la noche a la mañana. Se trata de un camino que requiere tiempo, paciencia y, sobre todo, autocompasión. Es natural sentir una mezcla de emociones, pero buscar apoyo profesional puede marcar la diferencia, puesto que para poder ayudar a tu hijo, deberás aprender a comprender tus sentimientos y gestionarlos de manera efectiva”, asegura Arango.

Recuerda que no estás solo en este proceso: aceptar un diagnóstico no significa renunciar a un futuro brillante y de independencia para tu hijo, es abrazar la oportunidad de aprender y vivir de otra manera desde el amor, respeto y recursos que permitan potenciar sus habilidades. Lea: Cinco consejos para mejorar el estado de ánimo

Cómo actuar ante el diagnostico de mi hijo:

  1. Informarse para comprender las necesidades del niño. Consultar con especialistas y evitar caer en mitos.
  2. Aceptar apoyo. La terapia psicológica proporciona herramientas para gestionar las emociones y el estrés tanto para los padres como para los niños. Es importante establecer una red de apoyo que incluya familiares y amigos.
  3. Participar activamente en el proceso terapéutico para comprender mejor sus necesidades y adquirir estrategias para el proceso terapéutico en casa. Además, fortalecer el vínculo familiar.

¿Cómo gestionar las emociones de mi hijo?

Para gestionar las emociones de tu hijo en público es importante trabajar en privado.

  1. Enseñarle a identificar sus emociones, utilizando recursos como cuentos, metáforas o explicaciones claras y adaptadas a su edad. Ayúdalo a poner nombre a lo que siente para que pueda expresarlo de manera adecuada.
  2. Encontrar actividades que le generan sensación de calmar. Algunas opciones pueden ser dibujar, juguetes sensoriales, practicar ejercicios de respiración profunda, entre otras. Contar con un abanico de estrategias te permitirá elegir la más efectiva según el momento.
  3. Recuerda que, como padre, “tú eres el adulto y, por lo tanto, tu reacción marca la pauta para tu hijo”. Mantén la calma, ya que tus emociones influyen directamente en cómo él gestiona las suyas.
  4. Válida la emoción y acompañarlo en ese proceso. “Entiendo que estés molesto, pero vamos a resolverlo juntos”.
  5. Conocer y anticiparte a las situaciones es fundamental. Comprender qué reacciones o actividades pueden desencadenar emociones como rabia, tristeza, frustración, entre otras. Conocer a tu hijo, te permitirá prepararlo o tomar medidas preventivas.

Construir un mundo más empático para los niños trastornos:

Silfredo Frías hace un llamado de acción a la sociedad y explica la importancia de educar a las personas, puesto que las personas con condiciones diferentes son merecedoras de un entorno seguro, en el que se sientan bienvenidos a espacios sociales. Lea: Autismo: ante qué señales se debe sospechar y qué hacer

  1. Fomentar la sensibilización a través de información clara y accesible.
  2. Promover la empatía. Enseñar a los niños y adultos a comprender que cada persona es única y que las diferencias no deben ser motivo de exclusión. Es esencial visibilizar las experiencias de personas con condiciones diversas.
  3. Romper mitos y estigmas.
  4. Crear ambientes inclusivos y respetuosos a través de la adaptación del entorno.
  5. Fomentar la inclusión activa es promover que todos los niños participen en las mismas actividades, sin segregación. Esto puede lograrse asignando roles dentro de los juegos o actividades en los que todos puedan contribuir de acuerdo con sus habilidades y ritmos.
  6. Apoyo emocional para los niños con condiciones diferentes y fomentar la autoestima, destacando sus fortalezas, habilidades y logros, ayudándolos a reconocer sus capacidades en lugar de enfocarse en las dificultades.

“Al educar y fomentar estos principios, podemos crear un entorno donde los niños con condiciones diferentes se sientan comprendidos, aceptados y valorados en espacios sociales. La clave está en promover la inclusión, la empatía, la adaptación y la celebración de la diversidad desde una edad temprana”, concluye el experto.

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