Ana Peleteiro es una atleta española, campeona de Europa y medallista olímpica de triple salto en Tokio 2020, que volvió a los titulares del mundo al denunciar, a través de un vídeo publicado en su cuenta de TikTok, ser víctima de agresiones sexuales y maltrato psicológico por parte de una expareja, de la que no dio el nombre.
“Me despertaba por las noches teniendo relaciones sexuales sin consentimiento, y aún así me quedé. Cambió absolutamente todo de mí, desde la vestimenta al pelo, la forma de actuar con mi familia. Consiguió distanciarme de muchísima gente, y aún así me quedé”, denunció.
La deportista detalla todos los episodios que fue pasando durante esa etapa con el objetivo de que “sirva para que otras niñas no se queden, al menos tantas veces”, señala al principio del vídeo de la red social vinculado a la tendencia “y aun así me quedé”.
“Decía que no hablaba públicamente de nuestra relación para protegernos porque el que no sabe no estropea. Y aún así, me quedé. Discutía conmigo y me amenazaba con dejarme cada vez que subía ‘stories’ con él de cualquier cosa del día a día. Y aún así, me quedé. Tenía amigas nuevas cada mes y se inventaba películas de que eran amigas de hacía mil años y era mentira. Eran como amantes. Yo, en ese momento, obviamente no lo sabía. Ahora sí: y aún así me quedé porque me lo creía".
En su crudo relato, la medallista olímpica confiesa cómo su expareja le engañaba y no la dejaba ver su teléfono celular: “Cada vez que sospechaba que estaba hablando con otra persona más, con otra chica más, pues intentaba o estaba a punto de descubrir una infidelidad, me decía que estaba completamente loca, que eran invenciones de mi cabeza. Y que iba a acabar rompiendo nuestra relación por tanta desconfianza. Y aún así, me quedé“.
Peleteiro admite su “error” por compartir tanto tiempo con él, sobre todo porque cuando llegó la pandemia la dejó sola “durante cuatro meses” teniendo la oportunidad de pasarla juntos.
Después de quedarse sin medalla en los Juegos Olímpicos de París, donde terminó sexta en el Estadio de Francia, Peleteiro anunció el pasado mes de septiembre que regresaba a Galicia después de muchos años entrenando en Guadalajara con el cubano Iván Pedrosa, para pasar a entrenar con su actual pareja, el triplista francés Benjamin Compaoré.
Ambos son padres de una niña, Lúa. En 2023, Ana Peleteiro ya había denunciado que su anterior pareja le obligaba a dejar de seguir en redes sociales a otros atletas. La gallega mantuvo una relación de cinco años –entre 2016 y 2021- con el campeón olímpico portugués, de origen marfileño, Nelson Évora. Meses más tarde, comenzó su relación con Benjamín Campoaré.
La violencia, en cualquiera de sus formas, puede tener efectos devastadores en la salud de las mujeres. A continuación, se describen los principales impactos según investigaciones y estudios médicos:
¿Cómo la violencia puede afectar la salud de una mujer?
1. Salud física:
Lesiones físicas: Golpes, fracturas, heridas o lesiones internas son consecuencias directas de la violencia física.
Problemas crónicos: La exposición prolongada a la violencia puede contribuir a enfermedades como dolores de cabeza persistentes, problemas gastrointestinales, trastornos musculoesqueléticos, hipertensión y enfermedades cardíacas.
Salud sexual y reproductiva: Las mujeres violentadas son más propensas a embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual (ITS), complicaciones ginecológicas y problemas durante el embarazo, como abortos espontáneos o partos prematuros.
2. Salud mental:
Trastornos emocionales: La violencia puede desencadenar ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático (TEPT) y baja autoestima.
Riesgo de suicidio: Las mujeres víctimas de violencia tienen mayor riesgo de intentar o cometer suicidio debido a la desesperación y el aislamiento.
Estrés crónico: Esto puede desregular el sistema inmune y contribuir a problemas de salud a largo plazo.
3. Consecuencias sociales y económicas:
Aislamiento social: Las mujeres suelen ser alejadas de redes de apoyo familiares o sociales, lo que incrementa su vulnerabilidad.
Impacto laboral: La violencia afecta la capacidad de mantener un empleo debido a lesiones físicas o problemas emocionales.
4. Efectos intergeneracionales:
Las mujeres que experimentan violencia, especialmente en el hogar, pueden influir indirectamente en la salud emocional y física de sus hijos, perpetuando un ciclo de violencia y estrés en generaciones futuras.
Combatir la violencia contra las mujeres no solo es un tema de justicia social, sino también una prioridad de salud pública, ya que sus efectos son amplios y devastadores. Si necesitas más información o ayuda, puedo proporcionarte recursos o contactos específicos.