Las redes sociales han revolucionado la comunicación entre generaciones y sus diferentes plataformas responden a necesidades y deseos diferentes. En la actualidad, son pocas las personas que no existen en el ciberespacio y entre las formas que hay para crear una identidad es a través de lo que se comparte como información, videos y fotografías.
La foto de perfil revela más allá del físico y expone rasgos de la personalidad que conecta con los estados de ánimo y las etapas de la vida que están sucediendo en la cotidianidad. No obstante, expertos del área de la salud mental exponen el impacto que tienen los sentimientos y emociones con la manera en que las personas interactúan en redes sociales.
Cuando alguien cambia o no su foto de perfil, plataformas como WhatsApp e Instagram, estarían demostrando sentimientos de tristeza o la necesidad de ocultarse de la sociedad por situaciones que estén experimentando.
Quitar la foto de perfil va en la necesidad de reducir la interacción social y disminuir su visibilidad ante las sociedades, y hasta su reinterpretación ante la sociedad.
Un estudio de la Universidad de Pensilvania de Estados Unidos asegura que las personas con conductas o rasgos neuróticos o depresivos prefieren no mostrar sus rostros en cámara. Por otro lado, la revista internacional de entretenimiento ‘Glamour’ explica que estos diversos tipos de fotos y cada uno busca la aprobación dentro de la sociedad donde vive.

Entre las personas amantes de las fotos artísticas se muestran más abiertas y creativas sobre su cosmovisión de la realidad y siempre buscan sorprender a los demás.
Las personas sin filtro que utilizan una iluminación natural, son confiadas de quién son y lo que buscan contar, pero planifican, hasta el más mínimo detalle, que su foto no muestre suciedad o desorden.
Hay quienes prefieren la fotografía natural, tienen que tener una personalidad basada en la sencillez, reflejando tranquilidad y conciencia por lo que los rodea. Asimismo, tiene una perspectiva optimista y amigable.
Por otro lado, están quienes prefieren publicar fotografías en las que su rostro no sea protagonista, sino compartir retratos de lugares o animales. El estudio establece que pueden ser personalidades introvertidas o les cuesta soportar las críticas.