Hace unos meses el nombre de Katelyn Yates era desconocido para gran parte del mundo, pero su impactante historia ha acaparado los titulares de los principales medios del mundo.
La mujer de 20 años reside en Greenup, Illinois, Estados Unidos, y hace unos días acudió a un centro médico de su zona residencial por un dolor de garganta que no le permitía desarrollar sus actividades cotidianas con tranquilidad. Katelyn nunca pensó que aquella ida al doctor le traería una noticia que cambiaría su mundo por completo y le traería, no una ni dos, sino cuatro alegrías.
Todo comenzó el pasado 1 de abril. Cuenta la revista internacional de entretenimiento, ‘People’, que la mujer, que se desempeña como asistente de enfermería, se dirigió a urgencias para realizarse una radiografía esperando que le informaran que sería necesario extirparle las amígdalas.
Para realizar dicho procedimiento se necesitaban los resultados de diversas pruebas, entre ellas la de embarazo, ya que por todo lo que conlleva esta intervención, si estaba en cinta, el feto corría peligro.
Llegaron los resultados y la hormona que produce el embarazo, gonadotropina coriónica humana, tenía un alto porcentaje. Al comunicarle, creyó que era una broma del especialista, puesto que el hospital celebraba el ‘Día de los Inocentes'.
Ante la incredulidad de la mujer, el recurso de la ecografía se hizo presente y mostró no un bebé, ni dos, sino cuatro. Todos los focos se dirigieron a Katelyn Yates, el medio internacional ‘Today’ citó al Journal of Family and Reproductive Health, que manifestó que “las probabilidades de concebir cuatrillizos son menos de una en 500.000 casos”.
Todo fue positivo para Katelyn y con un embarazo de seis meses, el mismo tiempo que tenía con su pareja y actual prometido, Julian Bueker, de 21 años, regresó a su casa para tener todos los cuidados necesarios.
El tiempo pasó, pero la joven recibió el duro diagnóstico de preeclampsia, que según la Clínica Mayo es “una complicación del embarazo que puede causar presión arterial alta, niveles altos de proteína en la orina que indican daño renal u otros signos de daño en los órganos”.
Los doctores decidieron que no iban a comprometer la vida de la madre ni de los bebés, que nacieron a las 28 semanas y 4 días de gestación, el pasado 17 de octubre, en el Hospital HSHS St. John’s de Springfield.
Los felices padres los llamaron Elizabeth Taylor, Max Ashton, Elliot Ryker y Zye Grace. De los cuales, Max y Elliot son gemelos idénticos y crecen cada día. Pero los cuidados siguen para ellos, en especial, para Elizabeth, quien está bajo observación hasta ganar el peso ideal.