El uso excesivo de las pantallas de teléfonos, computadores y tablets puede contribuir a la aparición de miopías, advierte Teresa Sánchez-Minguet de la Unidad de Oftalmología de Vithas Valencia 9 de Octubre, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Aguas Vivas.
Las pantallas están “tan integradas en nuestro día a día que no sabemos funcionar sin ellas” y está pasando factura a nuestra salud ocular, tal y como refleja un estudio publicado en la revista ‘The Lancet’ que concluye que quienes pasan muchas horas delante de una pantalla tienen un 30% más de probabilidad de padecer miopía. Y se calcula que la mitad de la población mundial padecerá esa enfermedad en el año 2050. Lea: Miopía en niños: claves para entender esta afección “silenciosa”
“Es cierto que las pantallas actuales tienen muchos más filtros que antes, pero el número de parpadeos que se hacen al mirarlas es infinitamente menor al que hacemos habitualmente, con lo cual el ojo no lubrifica y aparece la sequedad ocular, que antes solo se veía en personas mayores de 40-50 años y ahora hay mucha gente joven que ya utiliza lágrimas artificiales. Además, con las pantallas, acomodamos la vista a una distancia que no es la adecuada y eso está provocando un aumento de miopías muy significativo, especialmente entre la población infantil”, constata Sánchez-Minguet.
La especialista subraya que “utilizar estos dispositivos no es el problema”, sino que “el verdadero inconveniente está en saber usarlos de la forma adecuada y el tiempo correcto, sin excederse”. Lea: Alerta por miopía magna: evite el uso de pantallas en menores de siete años

“Los niños menores de 3 años no deben usar estos dispositivos; los que comprenden entre 3 y 6 años lo deberían utilizar como máximo una hora al día y los mayores de 6 hasta los 12 años no más de dos horas. Y a partir de los 12, se debe intentar reducir al máximo las horas que pases delante de estas pantallas porque la posibilidad de tener miopía es bastante elevada”, detalla. Lea: ¿Por qué es malo, pero tan placentero frotarse los ojos?
Entre las recomendaciones para un uso responsable de estos dispositivos, la doctora señala mantener una distancia no inferior a los 35-40 cm; bajar el nivel de iluminación de la pantalla e intentar tener iluminación natural adecuada en la habitación. También aboga por cuidar tener una postura adecuada, sentado y nunca tumbado en el sofá o en la cama.