Las sociedades se están envejeciendo rápidamente y deben afrontar con prontitud nuevos retos desde diferentes espacios, especialmente desde la salud y la salud muscular. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que entre los años 2000-2016, la esperanza de vida de las personas a nivel global se incrementó en 5,5 años, pasando de 66,5 a 72 años.

Todo lo referente a la etapa vital de vejez, es asunto prioritario de política pública. Actualmente está en marcha el Plan para la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030), que busca fomentar y conservar la capacidad funcional de las personas. Se entiende como capacidad funcional, la posibilidad para combinar las físicas y mentales e interactuar con el entorno en que se vive. Lea: La razón por la que se pone de mal humor cuando tiene hambre
El Grupo de Investigación Salud de la Mujer en la última década viene explorando sobre sarcopenia, salud física y salud mental en población femenina colombiana. Recientemente ha publicado en la Gaceta Médica de Bilbao, España, los resultados de un estudio en 700 mujeres colombianas que tenían edad promedio 66 años, la mitad de ellas residían en el departamento de Bolívar, tenían el 36,9% entre 60-64 años, el 29,0% entre 65-69 y el 34,1% entre 70-74. Se encontró y debe ser motivo de preocupación que el 83,4% de todas las mujeres tenían bajo rendimiento físico y la mitad tenían fuerza muscular reducida, aunque estaban en mediana edad, y cumplían labor productiva familiar y comunitaria.
Vivir más tiempo es uno de los logros colectivos de la humanidad, es un referente de los adelantos en cuanto a desarrollo económico, social y sanitario.
En el estudio se informa que, con el incremento en la edad, aumentó notoriamente la frecuencia de las situaciones adversas de salud que están relacionadas con la enfermedad denominada sarcopenia, en la que se experimenta menor fuerza muscular, mayor necesidad de ayuda para caminar, más dificultad para subir o bajar escaleras, más limitación para cargar las compras del mercado y mayor número de caídas. Enfatizamos que la sarcopenia no es un problema de salud solo de las ancianas. En mujeres cartageneras y colombianas, en etapa de menopausia, se ha encontrado importante frecuencia de afectación de la capacidad física y muscular, con deterioro de la calidad de vida y de la percepción de bienestar. Las alteraciones musculares y el deterioro físico en general son de importante frecuencia entre las mujeres adultas y entre adultas mayores. Lea: Uso de celulares y riesgo de cáncer: nuevo estudio revela si hay relación
Actualmente está en marcha el Plan para la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030), que busca fomentar y conservar la capacidad funcional de las personas.
En el estudio realizado con la coautoría de las médicas Mayra Colmenares y Angélica Monterrosa, se indicó que los grupos de mayor edad tenían limitación más frecuente para las actividades diarias y cotidianas, menor masa muscular, menor velocidad de la marcha y menor fuerza en la mano dominante. Así mismo, tener entre 65-69 años en comparación con las que tenían entre 60-64 años, se observó aumento del 60% y 78% en la posibilidad de fuerza muscular reducida y rendimiento físico disminuido, respectivamente. También con dos veces el riesgo de sarcopenia. A su vez, el grupo de edad 70-74 con respecto a 60-64 años, se asoció con dos veces mayor posibilidad de sarcopenia, tres veces sarcopenia severa, tres veces fuerza muscular disminuida y cuatro veces rendimiento físico disminuido. Lea: Guía sobre medicamentos para adelgazar y hábitos saludables
Sarcopenia se caracteriza por la pérdida de masa muscular, fuerza y funcionamiento de los músculos.
Vivir más tiempo es uno de los logros colectivos de la humanidad, es un referente de los adelantos en cuanto a desarrollo económico, social y sanitario. Sin embargo, esa mayor oportunidad de vida se acompaña de cambios en la composición corporal y en el establecimiento de deterioro de órganos y sistemas. Influyen en ello: carencias nutricionales, el ejercicio físico, aspectos genéticos, étnicos o ambientales, y los hábitos o estilos de vida. Las mujeres en menopausia deben acudir a valoración preventiva de salud en general y en especial sobre la salud muscular y física. Solo con una buena y eficiente acción preventiva en la menopausia, podemos garantizar unas ancianas saludables y en bienestar.