El estrés térmico lo padecen las personas expuestas a temperaturas elevadas durante periodos prolongados de tiempo. Este tipo de estrés se produce cuando el cuerpo absorbe más calor del que puede liberar a través de sus mecanismos naturales, como la sudoración y la respiración.
Además, el calor también impide que descansemos correctamente durante la noche, ya que la temperatura sigue siendo muy alta incluso cuando se ha ido el sol. Lea también: 10 consejos para cuidar de tus riñones de las altas temperaturas

Síntomas derivados por la exposición al calor:
- Irritabilidad.
- Cansancio.
- Ansiedad.
- Fallos en la memoria a corto plazo.
Cómo prevenir el estrés térmico
La psicóloga Silvia Álava, miembro del Comité Científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), explicó que la temperatura ideal para dormir oscila entre los 17 y 18 grados, esencial para que el cuerpo se sienta relajado y pueda descansar. Sin embargo, en zonas que no baja de los 30º, la temperatura dificulta el sueño y provoca problemas de irritabilidad o falta de concentración en las personas.
En este sentido, tener cerca una botella de agua mineral y beber pequeños sorbos de agua puede ayudarnos a regular nuestra temperatura y evitar o minimizar todos estos síntomas del estrés térmico. Lea también: Tener una dieta saludable ayuda a envejecer con vitalidad
Cuatro consejos en tiempo de calor:
- Vestimenta apropiada: usar ropa adecuada para el calor, incluyendo ropa ligera y de colores claros.
- Descansos regulares: tomar descansos en áreas frescas y sombreadas.
- Planificación de actividades: realizar actividades físicas intensas durante las horas más frescas del día.
- Hidratación adecuada: beber suficiente agua, especialmente de noche o cuando suben las temperaturas.