Una de las aspiraciones universales de los seres humanos es ser felices. Expertos de los programas de Medicina y Psicología de la Universidad del Rosario comparten algunas pautas y recomendaciones. Lea: “Burn on”, el término que describe el estrés que lleva a la depresión
“Ser feliz es uno de los objetivos más importantes de la vida”, afirma Leonardo Palacios, profesor de neurología de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, conferencista y catedrático sobre felicidad.
Palacios considera que “todos los días son buenos para ser felices” y comparte algunas recomendaciones en la búsqueda de este propósito:
Llevar una vida y alimentación saludables.
Saber descansar, hay tiempo para cada actividad.
Mantener relaciones sociales reales, nada reemplaza el contacto humano, una sonrisa o un abrazo.
Donar, no solamente dinero, donar tiempo acompañando o escuchando a quien lo necesite.
Dormir bien, no estar hiperconectado.
Invertir más en experiencias que en cosas: viajar, bailar, pasar tiempo en familia.
Dedicar tiempo a las actividades favoritas.
Aprender a perdonar. Los momentos difíciles que afectan a las personas se van registrando, reviviendo y pueden convertirse en un verdadero tóxico. Perdonar libera y permite seguir adelante.
Es importante ejercer la gratitud, agradecer cada día y cada momento de estar vivos, de compartir y estar con otros, recomendó Palacios.
Expertos en psicología y bienestar del Centro de Educación Emocional URemotion y de la Maestría en Inteligencia Emocional y Bienestar de la Universidad del Rosario, indican que es importante reconocer que la felicidad no es simplemente un estado emocional pasajero, sino más bien un objetivo que puede ser perseguido y alcanzado a través de prácticas y hábitos saludables.
La promoción de la salud mental y el bienestar emocional es esencial para crear entornos más felices y resilientes.
Coinciden en que la inteligencia emocional puede ser aprendida y desarrollada a lo largo de la vida. Programas educativos y de formación, como la Maestría en Inteligencia Emocional y Bienestar, juegan un papel vital en este sentido, formando facilitadores del bienestar a través de la educación emocional.
Estos profesionales serán capaces de guiar tanto a grupos como individuos en el proceso de regular sus emociones y dirigirlas hacia el logro de metas.