Una de las etapas que más temor e incertidumbre genera en las mujeres es la menopausia, cuya llegada marca el fin de su edad reproductiva y desencadena una serie de síntomas y cambios. Entre estos últimos están los cerebrales y, por consiguiente, el riesgo de alzhéimer, explicó ayer el Dr. Mauricio Medina, especialista en neurología cognitiva, durante el Curso Internacional de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo (Endimet) 2024. Lea: Congreso de endocrinología reunirá a más de 7.000 especialistas en Cartagena
En su conferencia, denominada “Cambios cerebrales y riesgo de alzhéimer durante la menopausia”, señaló que “durante la etapa perimenopáusica (períodos menstruales se vuelven irregulares en la medida en que se acerca la menopausia), la cantidad de estrógenos, que son las hormonas femeninas circulantes en el cuerpo, empiezan a disminuir. Y tenemos bien establecido cuál es el papel de los estrógenos en el cerebro de las mujeres, que algunos han denominado protector. Al disminuir la cantidad de estrógenos, el cerebro tiene una alteración en el metabolismo de la glucosa, que termina generando mayor neurodegeneración y además mayor depósito de la proteína anormal que se deposita en la enfermedad de Alzheimer, que es el beta amiloide”.
Son estos cambios cerebrales los que explican por qué en las mujeres el riesgo de alzhéimer “puede ser entre 1.8 y 2.5 veces mayor que en los hombres, dependiendo de los factores de riesgo que estén jugando en contra de la salud general de la mujer”, indicó el neurólogo. Lea: Menopausia prematura: recomendaciones para mitigar su impacto antes de los 40
12 factores de riesgo de alzhéimer
Bajo nivel educativo, hipertensión, discapacidad auditiva, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes, escaso contacto social, consumo excesivo de alcohol, traumatismo craneoencefálico y contaminación ambiental son los 12 factores de riesgo modificables de alzhéimer para ambos sexos.
“¿Qué pasa en especial con las mujeres? Cuando caen los estrógenos muchos de estos factores incluso se precipitan, entonces, durante la transición menopáusica, el cerebro les aumenta el riesgo y esa es una de las razones por las que cada vez el alzhéimer es más frecuente en ellas”, aseguró el Dr. Medina, haciendo la salvedad que “experimentar síntomas cognitivos durante la transición menopáusica, como ansiedad, insomnio y problemas de memoria, no es indicativo de mayor riesgo de alzhéimer”.
¿Qué hacer para prevenir el alzhéimer?
Durante su conferencia, el especialista en neurología cognitiva entregó tres recomendaciones clave.
1. Actividad física. “Ya no como recomendación médica, sino como parte absoluta y necesaria del tratamiento de factores de riesgo de alzhéimer y de la mayoría de las enfermedades. Es decir, la inactividad física mata”, advirtió.
2. Dieta adecuada. “En el informe de alzhéimer del 2023, un infectólogo lanzó una frase que nos conmovió a todos: uno de los principales factores de riesgo para la mayoría de las enfermedades es que nos estamos alimentando mal, y esa mala alimentación por supuesto nos lleva muchos problemas: a que tengamos diabetes, que es otro factor de riesgo, a que tengamos obesidad, a que nuestros lípidos estén aumentados, lo cual daña las arterias y redunda en que vamos a tener más riesgo de enfermedad de Alzheimer”.
Le puede interesar: ¡Puede aparecer a los 30! Alzhéimer precoz, una realidad poco frecuente
3. Aprender a tocar un instrumento después de los 40 años. “Estudios muy interesantes han demostrado que reduce el riesgo de deterioro cognitivo y de enfermedad de Alzheimer. Esto tiene que ver con que hacemos nuevas vías de aprendizaje en el cerebro, lo cual hace que los caminos que regularmente se llenan de proteínas anormales (beta amiloide y la proteína tau) sean menos utilizados, lo cual hemos llamado reserva cognitiva, que son todas las cosas que uno hace para tener más caminos neuronales o circuitos neuronales, que nos defienden de cualquier enfermedad que llegue a cobrarnos la cantidad de neuronas que hay en el cerebro”.
El Dr. Mauricio Medina explicó que “los síntomas de pérdida de memoria, desorientación, problemas de lenguaje y problemas en la realización de labores, normalmente pueden llegar a todo el mundo con la edad, dado que cognitivamente uno tiene una disminución en la velocidad del procesamiento de los datos y en la capacidad de recordar cosas.
“A todos se nos pueden olvidar las llaves una que otra vez, el número telefónico, un nombre, una dirección, todo eso puede ser esperable durante el envejecimiento. Ahora, si estos síntomas afectan tu funcionalidad en el trabajo, tu papel en la sociedad o tu vida personal, es una alarma que hay que tener en cuenta para consultar con un especialista”.
Otra señal de alzhéimer es la anosognosia, que se define como la incapacidad de introspección del paciente respecto a los déficits cognitivos y a las alteraciones del comportamiento. “Uno no se da cuenta, por eso, un síntoma clarísimo es cuando los demás notan que tenemos un problema. Si eso pasa es momento de buscar asesoría especializada”.