Para Allison Tennyson, una mujer de 34 años, la actividad sexual no es solo un momento íntimo y emocionante, sino también una experiencia dolorosa y molesta debido a su alergia al semen y a los condones.
Esta estadounidense, diagnosticada con el síndrome de Ehlers-Danlos cuando tenía 24 años, descubrió su alergia al semen después de someterse a pruebas que mostraron reacciones positivas a varios alérgenos, incluido el semen. Lea: Demandan a un donante de semen al que se le atribuyen unos 550 hijos
Esta inusual alergia, también conocida como hipersensibilidad al plasma seminal, es una reacción a las proteínas presentes en el fluido seminal masculino, según informa Caters News.
Así, a pesar de su deseo de tener intimidad sexual, se enfrenta a desafíos debido al dolor que experimenta durante y después del acto. Y aunque el uso de condones podría parecer una solución, Tennyson también es alérgica a los materiales utilizados en los condones, lo que complica aún más la situación. Lea: ¡Ojo! Quitarse el condón sin consentimiento podría llevarlo a la cárcel
El futuro de Tennyson y su pareja, especialmente en lo que respecta a tener hijos, es incierto debido a su condición médica. Aunque tienen el deseo de tener descendencia, enfrentan incertidumbres sobre si su alergia y otros problemas de salud lo hacen imposible. No obstante, mantienen la esperanza de encontrar una manera de concebir un bebé a pesar de sus condiciones médicas.

Tennyson decidió compartir su experiencia en las redes sociales para que aquellos que podrían estar experimentando lo mismo sin saberlo puedan identificar los síntomas y señales.
“Es una lucha... Es difícil tener intimidad porque no es cómodo y ni siquiera puedo usar condones”, dijo Allison Tennyson.
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. explica que el síndrome de Ehlers-Danlos (EDS, en inglés) es un grupo de trastornos hereditarios caracterizado por articulaciones extremadamente sueltas o laxas, piel muy elástica (hiperelástica) en la que se forman hematomas con gran facilidad y vasos sanguíneos que se dañan fácilmente.
Los síntomas varían según su tipo y pueden incluir dolor de espalda, hiperlaxitud articular, piel que se estira, presenta equimosis y se daña fácilmente; cicatrización fácil y curación de heridas deficiente, pies planos, aumento de la movilidad articular, crujido en las articulaciones, artritis temprana; dislocación articular, dolor articular, ruptura prematura de membranas durante el parto, piel muy suave y aterciopelada y problemas de visión.