La dermatóloga Amanda Marra comenzó a experimentar una fatiga intensa y fiebre continua en julio de 2023, y esas fueron las primeras señales de que tenía leptospirosis, una enfermedad rodeada de estigma debido a que comúnmente se transmite a través de la orina de ratas infectadas con bacterias y esta situación se asocia con entornos con falta de saneamiento básico y condiciones higiénicas precarias. Lea: En Cartagena se han reportado más de 130 casos de leptospirosis en niños
Dado que ese panorama es bastante alejado de la realidad de Amanda, quien tiene más de 64 mil seguidores en la red social Instagram, inicialmente creyó que podía estar sufriendo de COVID-19 o de una gripe severa y con esa sospecha se dirigió a las urgencias de un prestigioso hospital en São Paulo, Brasil.

“El médico me dio el alta sin levantar sospechas. Regresé a casa con los mismos síntomas y me hicieron pruebas que indicaron anemia y niveles bajos de potasio”, compartió Marra.
Pero, por su formación médica, la brasileña de 29 años sabía que los bajos niveles de potasio eran poco comunes y buscó la ayuda de una amiga nefróloga, quien le sugirió la posibilidad de la leptospirosis dada la combinación de síntomas. A pesar de su escepticismo inicial, accedió a realizarse la prueba y ¡oh, sorpresa!, según documenta la BBC. Lea: Temor en Cartagena por aumento alarmante de casos de leptospirosis
El resultado positivo dejó a Amanda desconcertada, ya que la leptospirosis se transmite principalmente a través de la orina de ratas, perros, ganado, caballos, ovejas, cabras y cerdos infectados con la bacteria leptospira y el contacto con agua, barro o tierra contaminada. Los microorganismos pueden ingresar al cuerpo a través de la piel, heridas o mucosas.
“No estuve expuesta a los escenarios de transmisión más comunes en los meses anteriores. No participé en inundaciones ni en contacto con desechos... Fue un shock total”, admitió Marra.
Aunque no ha sido confirmado, Marra sospecha que la infección pudo haber sido transmitida a través de alimentos contaminados, una vía de transmisión considerada poco común, debido a que ella y su novio que pedían domicilios de comida frecuentemente de un restaurante.
Su pareja, quien también dio positivo en la prueba, solo presentaba dolor en la pantorrilla, una manifestación atípica de la enfermedad.
Su tratamiento
De acuerdo con la BBC, Amanda pasó dos días internada en el hospital recibiendo antibióticos por vía intravenosa, luego fue sometida a algunas semanas más de tratamiento y hoy se ha recuperado por completo. Tras su experiencia, comenzó a grabar videos con el objetivo de concienciar a sus seguidores sobre la leptospirosis.
“Mi diagnóstico habría sido más rápido si la enfermedad no estuviera estigmatizada, y entendida como algo que ocurre sólo entre la población socialmente vulnerable”, asegura y agrega que “traté de utilizar esta experiencia para ayudar a otras personas a reconocer la enfermedad y saber que, aunque algunos tienen mayor riesgo, le puede pasar a cualquiera”.
Diagnóstico clínico de la leptospirosis$>
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), generalmente, la enfermedad se presenta en cuatro categorías clínicas amplias:
1. Una enfermedad leve con los síntomas de tipo gripal;
2. Síndrome de Weil caracterizado por ictericia, falla renal, hemorragia y miocarditis con arritmias;
3. Meningitis/meningo encefalitis;
4. Hemorragia pulmonar con falla respiratoria.
Las características clínicas más frecuentes son fiebre; dolor de cabeza, mialgia (en particular en el músculo de la pantorrilla), infección conjuntival, ictericia; malestar general, entre otros síntomas/signos.
El diagnóstico de la leptospirosis debe ser considerado en cualquier paciente que presente fiebre súbita, escalofríos, inyección conjuntival, dolor de cabeza, mialgia e ictericia.
Asimismo, en quienes tengan historia de exposición ocupacional o recreacional a animales infectados o a un ambiente posiblemente contaminado con orina de animales.