El caso de Geraldine Fernández Ruiz, una ilustradora barranquillera de 30 años que llevaba meses mintiendo sobre su participación en la película ‘El niño y la garza’, dirigida por el maestro japonés Hayao Miyazaki, director creativo y fundador de Studio Ghibli; sigue causando revuelo.
La bola de nieve comenzó a rodar cuando -según explicó ella misma en un comunicado- comentó en “círculos cerrados” su labor “como ilustradora de algunas escenas”. El resto de la falsa historia ya llegó hasta la prensa internacional y tiene características significativas que se “acomodan o encajan en los criterios de una mitomanía”. Lea: La historia de Geraldine Fernández llegó a la prensa japonesa; esto dicen
Así lo aseguró el especialista en psicología clínica, Adolfo Castilla Sánchez, al ser consultado por El Universal, argumentando que en el caso de Geraldine, como en la mitomanía, “existe la necesidad irresistible y compulsiva de mentir, con el propósito de impresionar o ganar importancia en la sociedad. Se crean historias ficticias para llamar la atención sin evaluar o considerar las consecuencias complejas”.
Señaló que a las personas mitómanas, en ocasiones, “no solo les basta con mentir, sino que crean otras mentiras sistemáticas y estructuradas relacionadas con el mismo hecho hasta el punto que se las terminan creyendo, dándolas por ciertas hasta que son descubiertos”.
El experto agregó que a lo anterior “se le puede sumar la posible presencia de delirios megalómanos representados en la sobrestimación de sus propias capacidades y la necesidad de impresionar por su grandeza; su autopercepción no corresponde necesariamente a la realidad”.
Las mentiras
En medio de su engaño, la joven concedió entrevistas en medios nacionales en las que afirmó haber realizado 25 mil fotogramas de la película ganadora del Globo de Oro; en octubre del año pasado dio una charla en la Universidad Sergio Arboleda (sede Barranquilla) sobre su supuesta experiencia en el filme nipón; aseguró haber tenido contacto directo con Miyazaki en varias ocasiones... Lea: “Se me fueron las luces”: Geraldine Fernández admite que no participó en ‘El niño y la garza’
Dijo entonces en una entrevista con Blu Radio haber exagerado su participación en la cinta de Studio Ghibli y pasó de haber trabajado en 25 mil ilustraciones a “partes de 300 ilustraciones o menos”.
En esa entrevista, la ilustradora habló del matoneo del que es víctima en redes sociales e incluso confesó que había tenido pensamientos suicidas. Lea: Geraldine Fernández dijo que ha pensado en quitarse la vida tras la polémica
Al respecto, Castilla Sánchez indicó que “la presión social de las redes, la burla de la que ha sido objeto, el ciberbullying y el rechazo en su entorno social más cercano, así como pérdida de prestigio, puede agudizar la culpa, la tristeza y el aislamiento, dando como resultado afectación en sus estados emocionales”.
¿Cómo ayudar a un mitómano?
Castilla Sánchez afirmó que “principalmente, para solicitar ayuda es necesaria la aceptación de que existe un problema”. Asimismo, “es de trascendental importancia reconocer la causa u origen, es decir, identificar por qué miente y qué busca con mentir. Con esta información se plantea hacia dónde va dirigida la ayuda”.
A partir de allí, se les puede ayudar “fortaleciendo su autoestima y amor propio desde la aceptación”, haciéndoles ver que no necesitan impresionar a nadie; “identificando los pensamientos que los conducen a construir una realidad alterna y buscando pensamientos alternativos que disminuyan la aparición de los anteriores”; “rompiendo los rituales obsesivos compulsivos por mentir, donde es importante reducir la ansiedad con técnicas de respiración y relajación”; y trazándoles propósitos de “solo por hoy no hacerlo o no recaer”.
El especialista indicó que “en algunas ocasiones es necesario el tratamiento con especialistas en salud mental, ya sea por psicología clínica o psiquiatría; y en otras excepcionales el tratamiento interdisciplinario, dependiendo del caso y la condición clínica del paciente”.
En el caso de Geraldine, aclaró que pese a que hay “características significativas que se acomodan o se ajustan” a la mitomanía, “esto no se refiere taxativamente a un diagnóstico. Como profesional solo puedo dar un veredicto clínico confirmatorio cuando he tenido la oportunidad de evaluar al paciente”.
La ilustradora difundió hoy un comunicado en el que admitió que nunca participó en la ilustración y diseño en la película ‘El niño y la garza’.
“Todo lo sucedido fue producto de un mal ejercicio que reconozco y de lo cual estoy arrepentida, considero que mi afición y admiración por la técnica de ilustración y mi profesión como diseñadora, me animaron a comentar en círculos cerrados mi labor como ilustradora de algunas escenas”, expresó.