Los ataques de pánico son episodios que habitualmente son malinterpretados y subestimados, pero que pueden impactar significativamente en la calidad de vida de quienes lo experimentan. Es así como estas experiencias pueden surgir sin advertencia, provocando síntomas físicos y emocionales angustiosos.
De acuerdo con Carolina Pineda, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, este tipo de sensación repentina puede provocar diferentes reacciones como: palpitaciones, sudoración, temblor de manos, náuseas, molestias abdominales, mareos, dolor de cabeza, entre otras. Por ello, reconocer y comprender estos síntomas es crucial para abordar los ataques de pánico de manera efectiva. Lea: 7 imprescindibles formas de manejar un ataque de pánico
Qué son los ataques de pánico$>
De acuerdo con Carolina Pineda, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, un ataque de pánico se caracteriza por la aparición brusca de un intenso malestar o miedo que desencadena una respuesta de ansiedad extrema. Es un estado que puede aparecer sin previo aviso, lo que puede generar una sensación de pérdida de control significativa.
Así mismo, las personas que experimentan episodios de ataques de pánico, pueden desencadenar una serie de pensamientos catastróficos que aumentan aún más la ansiedad, creando un ciclo que puede ser complejo de detener sino se cuenta con las estrategias de manejo adecuadas. Por tanto, es esencial reconocer a tiempo los síntomas y señales para poder abordar y controlar un ataque de pánico de manera efectiva.
Causas de un ataque de pánico$>
Las causas de un ataque de pánico pueden ser diversas y complejas. Según Pineda, uno de los puntos destacados es la actividad neuronal en la amígdala, una región del cerebro que desempeña un papel central en la regulación de las respuestas emocionales, particularmente en situaciones de miedo y estrés. Lea: Sin agobio ni estrés: consejos para cuidar la salud mental en diciembre
De esta manera, factores de estrés significativos como la muerte de un ser querido, una enfermedad grave o eventos traumáticos como agresiones o accidentes, pueden desencadenar cambios en la actividad de la amígdala. Estos eventos o situaciones estresantes pueden provocar una reacción exagerada que activa respuestas de ansiedad o miedo intensas, lo que puede desencadenar en un ataque de pánico.
A su vez, existen otros factores biológicos, genéticos y psicológicos que pueden contribuir a la aparición de ataques de pánico, entre ellos:
– Desequilibrios químicos en el cerebro.
– Predisposición genética.
– Trastornos de ansiedad preexistentes.
– Factores ambientales.
Síntomas de un ataque de pánico$>
Pueden manifestarse de forma diversa y se experimentan de manera diferente en cada persona. En un ataque de pánico se segregan hormonas del estrés que se propagan generando una alteración emocional, cuyas consecuencias aparecen al instante con signos como:
– Taquicardia: con un aumento repentino de la frecuencia cardíaca.
– Sudoración excesiva: sensación de calor que puede estar acompañada de sudor y frío.
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– Náuseas: a través de una sensación de malestar estomacal.
– Impresión de desmayo: puedes sentirte mareado o a punto de perder el conocimiento.
– Temblores: son sacudidas involuntarias en el cuerpo.
– Dificultad para respirar: experimentando sensaciones de asfixia o falta de aire.

– Hormigueo en el cuerpo: picor o entumecimiento que puede aparecer en diferentes áreas del cuerpo.
– Confusión: con una dificultad para concentrarse o pensar con claridad.
Cómo controlar un ataque de pánico$>
El control de un ataque de pánico, según la psicóloga Pineda, puede realizarse a través de diferentes enfoques terapéuticos, entre los que se incluyen:
– Tratamiento farmacológico: a través de medicamentos contra la ansiedad y antidepresivos bajo prescripción médica. Estos fármacos pueden ser utilizados para reducir los síntomas de ansiedad y la frecuencia de los ataques de pánico.
– Psicoterapia: la terapia cognitivo-conductual es una de las modalidades terapéuticas más efectivas para el tratamiento de los ataques de pánico. Se enfoca en identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la ansiedad.
Es importante destacar que la intervención temprana y la consistencia en seguir el plan de tratamiento orientada por un profesional de la salud es fundamental para lograr resultados exitosos en la gestión de los ataques de pánico.
En este sentido, aunque los ataques de pánico pueden ser angustiantes, para quien los experimenta es esencial entender sus causas, síntomas y estrategias de control y prevención. La conciencia, la educación y el apoyo en el paciente son elementos clave para enfrentar y superar estos episodios.