La onicofagia es el término médico que se refiere al hábito compulsivo de morderse las uñas. Aunque muchos lo ven como un simple tic nervioso o una costumbre inofensiva, este comportamiento puede tener raíces más profundas y consecuencias más serias de lo que se piensa.
Es más, el grupo de Educación en Salud para la Ciudadanía de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) define la onicofagia como “la situación que tienen algunas personas que se comen las uñas, preferentemente de los dedos de las manos”.
Más allá de las uñas estropeadas o un aspecto descuidado de las manos, existen riesgos asociados a la onicofagia:
Infecciones: al morder las uñas, se puede provocar pequeñas heridas en los dedos que son susceptibles a infecciones. Lea aquí: Explotar un globo puede dañar tus oídos: expertos explican la razón
Problemas dentales: este hábito puede desgastar los dientes frontales y llevar a desplazamientos dentales.
Ingestión de bacterias: las manos están en contacto constante con diversas superficies, por lo que al llevarlas a la boca se corre el riesgo de ingerir bacterias y otros microorganismos perjudiciales.
Alteraciones en el crecimiento de las uñas: morderse las uñas de forma constante puede afectar la matriz ungueal y alterar el crecimiento normal de la uña.
¿Por qué las personas se muerden las uñas:
Estrés y ansiedad: para muchos, morderse las uñas es una forma de liberar tensiones o manejar situaciones estresantes.
Aburrimiento o inactividad: algunas personas recurren a este hábito cuando se sienten ociosas o cuando sus manos están desocupadas.
Imitación: es común que los niños comiencen a morderse las uñas al observar a otros hacerlo, ya sean sus padres, hermanos o compañeros.
Factores genéticos: algunos estudios sugieren que puede haber una predisposición genética a desarrollar este tipo de comportamientos. Lea aquí: Aprende a detoxificar tu cuerpo de las toxinas del medio ambiente
En conclusión, la onicofagia es un hábito que puede tener consecuencias más allá de lo estético. Es esencial reconocer la causa subyacente y, si es necesario, buscar ayuda profesional para abordar y superar este comportamiento.