En la búsqueda de una vida más saludable y en la lucha contra el exceso de grasa corporal es esencial comprender que la grasa abdominal no solo es una preocupación estética. La grasa de tu vientre te está preparando para enfermedades cardíacas y una muerte prematura.
Frente a la abrumadora cantidad de consejos y métodos disponibles, la clave para lograr una transformación duradera y efectiva radica en la incorporación de hábitos simples pero poderosos en nuestra rutina diaria.

En este artículo te compartimos siete hábitos que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos de pérdida de grasa de manera sostenible.
1. Reduce tu consumo de alcohol. No consumir calorías líquidas es un truco sencillo para perder grasa. El alcohol es una toxina y en su ingesta la moderación es clave. Lea: ¡Revelador! Hombres se sienten atraídos entre ellos cuando están borrachos
2. Muévete diariamente. Moverse más es la forma más sencilla de impulsar la pérdida de grasa. Una regla general para el movimiento es apuntar a más de 8 kilómetros de pasos al día. Lea: Un paseo de veinte minutos es suficiente para ayudar a tu corazón
Ten en cuenta que en lugar de hacer cardio durante horas o pasar dos horas al día en el gimnasio lo que necesitas es la termogénesis por actividad sin ejercicio, conocida como NEAT, que se enfoca en las calorías que una persona quema diariamente mientras realiza las actividades normales que son diferentes al hacer ejercicio.
3. Aplica la regla del 80/20. Lo recomendable es que el 80 o 90% del tiempo comas alimentos enteros y ricos en nutrientes, carnes magras, frutas y verduras. El 20 o 10% restante quizás alcohol y alimentos menos nutritivos, como la pizza o el helado. Lea: Préstele atención a lo que come antes de dormir; evite la hinchazón
La clave para seguir esto es controlar tu entorno. ¿Cómo? Compra en el perímetro del supermercado, solo bebe y date caprichos en salidas y, por favor, no guardes alcohol y comida chatarra en tu despensa.
4. Dieta alta en proteínas. Consumir proteínas ayudará a que te sientas satisfecho más tiempo, así como a construir más músculo (anabólico) y quemar más calorías (termogénico).
Apunta a consumir 2 gramos de proteína por kilo de peso corporal magro al día.
Ejemplos de fuentes excelentes de proteínas son los huevos, lácteos, carnes, mariscos y polvos de proteína.

5. Bebe más agua. Mantenerse hidratado es demasiado fácil como para no hacerlo y potenciar la pérdida de grasa. Ten en cuenta que la mayoría de las veces no tienes hambre, solo sed.
Para hacer de la hidratación un hábito apunta a beber entre dos y tres litros de agua al día, bebe un vaso de agua con cada comida, bebe agua inmediatamente al despertar y bebe agua cuando sientas hambre entre comidas.
6. Consigue un sueño de calidad. Dormir mal genera consecuencias como el aumento de la resistencia a la insulina, la reducción del NEAT (menos energía para moverse), el aumento de la grelina (hormona del hambre) y la disminución de la leptina (hormona que reduce el apetito),

Las mejores prácticas para dormir son no ingerir alcohol previamente, ducharte con agua tibia antes de dormir, no usar pantallas una hora antes de acostarte, dormir en un cuarto fresco y oscuro, dormir y despertarse a la misma hora todos los días. Dormir siete horas por noche es ideal.
7. Levanta pesas. Levantar pesas construye músculo, lo que mejora tu salud metabólica.
Lo recomendable es que levantes pesas tres veces a la semana. Para disfrutarlo debes encontrar un programa que disfrutes, tener un compañero de responsabilidad y reservar tiempo en tu agenda para levantar pesas.