Los chicles o gomas de mascar no fueron diseñados para tragarse. Estos dulces que a veces son el final de un bombón, por ejemplo, se mastican para sacarles el máximo provecho de su delicioso sabor y luego, se botan a la basura. Sin embargo, en ocasiones ocurren accidentes y podrías terminar tragándote el chicle. Lea: Operado de urgencia: hombre se introdujo una lata de desodorante en el recto
En la creencia popular se dice que si una persona se traga un chicle, el cuerpo no será capaz de digerirlo y este se quedará durante siete años en el estómago. ¿Qué tan cierto es esto?
Según la Clínica Mayo, es cierto que el cuerpo no puede digerirlo debido a que varios de los componentes del chicle no se encuentran en la naturaleza y el cuerpo humano no cuenta con las enzimas para descomponerlos. Sin embargo, este no se queda en el estómago. Se mueve a través del aparato digestivo, pasa por el intestino, el colon y luego se elimina con las heces.
“En muy raras ocasiones, grandes cantidades de goma de mascar ingeridas combinadas con el estreñimiento han bloqueado los intestinos de los niños. Por esta razón es que se debe desalentar la ingestión frecuente de goma de mascar, especialmente en niños”, escribió la Clínica Mayo en un comunicado en el que se apoyan de la médica Elizabeth Rajan.
Un estudio publicado en la revista Gastroenterology Research and Practice en 2016 examinó casos de ingestión de cuerpos extraños en el tracto gastrointestinal y destacó la importancia de la vigilancia y gestión adecuada de estos casos para prevenir alguna complicación.