En un mundo donde la oferta alimentaria es inmensa y variada, no es raro escuchar sobre intolerancias o alergias alimentarias. Pero, ¿cómo saber si uno las padece? Los síntomas pueden variar y, en ocasiones, no son evidentes.
Expertos en el tema nos arrojan luz sobre esta preocupante situación y ofrecen recomendaciones para aquellos que sospechan tener una intolerancia. Lea aquí: Estos son los beneficios de ejercitarse en el embarazo y postparto
Digestivos: hinchazón, gases, diarrea, constipación y dolor estomacal.
Generales: dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad, y dificultad para concentrarse.
Dermatológicos: brotes, erupciones o irritación en la piel.
La doctora Patricia Álvarez, especialista en nutrición y dietética, afirma: “La intolerancia alimentaria puede ser confundida con otros trastornos digestivos. Es esencial conocer el cuerpo y sus reacciones para poder identificar si un alimento en particular está causando molestias”.
Para identificar una intolerancia, es recomendable llevar un diario alimentario. Anotar lo que se come y cualquier síntoma que se presente posteriormente. Este registro puede ayudar a detectar patrones y alimentos problemáticos. Lea aquí: El Asperger no es una enfermedad: abecé del trastorno más intelectual
Otro método es la eliminación y reintroducción. Consiste en retirar un alimento sospechoso de la dieta por varias semanas y observar si los síntomas desaparecen. Luego, se reintroduce y se verifica si regresan las molestias.
Existen también pruebas clínicas disponibles para detectar intolerancias. Sin embargo, la doctora Álvarez recomienda ser cautelosos. “No todas las pruebas son 100 % fiables. Antes de someterse a una, es vital consultar con un especialista en alergias o nutrición”. Lea aquí: ¡Ojo! Estos son los cinco alimentos que no debe comer antes de dormir
Si los síntomas son persistentes, intensos, o si hay pérdida de peso sin razón aparente, es esencial consultar a un médico. Aunque la intolerancia alimentaria no suele ser mortal, puede estar señalando otro problema de salud más grave o deteriorar significativamente la calidad de vida.