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Salud

¡Abre los ojos! Gafas con filtro de luz azul no funcionan, según estudios

Con el auge de los dispositivos móviles, los filtros de luz azul se han popularizado. Sin embargo, usarlos podría resultar hasta contraproducente.

¡Abre los ojos! Gafas con filtro de luz azul no funcionan, según estudios

Lentes con filtro de luz azul. //Fotos: 123RF

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La luz no es solo como la percibimos a simple vista, es decir, blanca, su haz se compone de rojo, naranja, amarillo, verde y azul, además de todas las tonalidades que conforman el arco iris que la refracción de la propia luz forma en ocasiones.

La azul es, al igual que la ultravioleta, un tipo de luz. De hecho, el cielo es azul, o lo vemos así, por la luz azul. Aunque la fuente natural de luz azul es el sol, los dispositivos electrónicos que empleamos cada vez con más frecuencia también la emiten. Ordenadores, tablets, smartphones y casi todas las pantallas digitales despiden luz azul, aunque sea en cantidades pequeñas. Lea: Estas son las señales que indican que necesitas gafas nuevas

Aunque la luz UV o ultravioleta es más potente que la luz azul, el ojo humano es, según los optometristas, muy bueno bloqueándola. Sin embargo, no lo es tanto con la luz azul. La onda de la luz azul es corta, por lo que es más fácil que penetre en los ojos que, por ejemplo, la roja.

Laura Downie, autora de la revisión científica, considera que la gente debería “tener en cuenta estos hallazgos a la hora de decidir si compra estas gafas (con filtro)”.

Ante el panorama anterior, el filtro de luz azul tiene sentido desde el punto de vista publicitario y las gafas que lo incorporan son más caras, sin embargo, no se ha podido probar nada desde el punto de vista científico o de la salud.

De hecho, El País informó este jueves que una revisión de 17 ensayos diferentes confirmó que definitivamente las gafas con filtro de luz azul no evitan la fatiga ocular causada por el uso del móvil y el ordenador, ni mejoran la calidad del sueño.

“El uso de lentes con filtro de luz azul para reducir la fatiga visual asociada con el uso del ordenador podría no tener ventajas a corto plazo. Tampoco está claro si estas gafas afectan a la calidad de la visión o del sueño”, explica Laura Downie, profesora de optometría en la Universidad de Melbourne y autora de la revisión científica. Considera que la gente debería “tener en cuenta estos hallazgos a la hora de decidir si compra estas gafas”.

Y es que, a la par del auge de los dispositivos móviles, en los últimos años, los filtros de luz azul se han popularizado. El 75 % de los oculistas prescribía este tipo de lentes en 2018, según un estudio australiano. Como un extra para las gafas graduadas clásicas o en un modelo específico suelen ser vendidos, pero no sirve para nada, no hay ciencia que lo avale.

Según la publicidad, esta tecnología filtra ciertas ondas de luz que emiten teléfonos, ordenadores y tabletas, entre otros dispositivos. Asimismo, favorece la atención y la vigilia, controlando el reloj biológico, y por eso, en teoría, si estás expuestos a la luz azul de estos aparatos antes de ir a dormir, te costará más conciliar el sueño.

En esta afirmación hay cierta base científica: varios estudios hechos en moscas de la fruta explican que esta modifica su patrón de sueño en función de su exposición a la luz azul. Lea: Cuatro consejos para que sus ojos no sufran frente al computador

Son las empresas que venden filtros de luz azul las que promocionan sus efectos. Y ese es el problema”.

Conchi Lillo, Universidad de Salamanca.

“El problema es que nuestros circuitos neuronales son mucho más complejos que los que pueda tener una mosca”, puntualiza en conversación telefónica Conchi Lillo, investigadora de patologías visuales de la Universidad de Salamanca y autora del libro ¡Abre los ojos!

Efecto insignificante y contraproducente

En su artículo, El País señala además que la cantidad de luz azul que reciben nuestros ojos de fuentes artificiales, como las pantallas de ordenador, es aproximadamente una milésima parte de la que recibimos de la luz natural, por tanto, cabe esperar que tenga un efecto insignificante.

Lo que pocos creerían es que estos filtros pueden incluso llegar a ser contraproducentes, avisa Lillo: “Durante el día, necesitamos percibir la luz azul del sol para regular nuestro ciclo circadiano, si la bloqueamos podemos tener somnolencia y trastornos del sueño”.

Esta revisión de Cochrane tampoco encontró evidencia de que las lentes con filtro de luz azul protejan contra los daños en la retina, el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo.

Tampoco se ha conseguido establecer ninguna relación entre la luz azul y la fatiga ocular.

Esta última se ha constituido sobre una falacia: la fatiga ocular se produce cuando llevamos mucho tiempo delante de una pantalla, como la del móvil o el ordenador. “Pero no es por la luz azul”, puntualiza contundente Lillo.

“Cuando estás delante del ordenador, parpadeas menos, provocando sequedad, y centras la vista en un punto concreto y muy cercano. Esto se puede resolver descansando la vista 20 segundos cada 20 minutos”, asegura. En determinados contextos, la luz azul, fría y brillante, puede llegar a ser molesta para algunas personas, pero eso se arregla con tan solo bajar la intensidad.

“Sobre todo son las empresas que venden filtros de luz azul las que promocionan sus efectos”, denuncia Lillo. “Y ese es el problema”. En primer lugar, considera, lo hacen porque tienen una ganancia clara. “Pero también hay quienes lo hacen de buena fe, porque no están bien informados, porque hay mucha desinformación con este tema”, abunda. Por eso, considera, hay que hacer mucha pedagogía.

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