Hay un sinfín de alimentos que pueden ayudar a resolver los distintos problemas que se presentan en el cuerpo humano. Lo que pocos saben es que hay unos que, de manera específica, podrían ayudar a alargar la vida hasta los 100 años. Lea: Buen sexo y vino: mujer de 102 años reveló su secreto para la longevidad
Son los fríjoles, que tienen más propiedades de lo que se pensaba. Estos bocados diminutos y sin pretensiones sacian el hambre y son lo suficiente nutritivos. De igual manera, son de gran ayuda para el planeta.

“En cada zona azul que he visitado, los granos y otras legumbres eran, y siguen siendo, un componente importante de la dieta diaria”, dijo el autor y empresario Dan Buettner, quien además ha pasado décadas informando sobre las “zonas azules”, comunidades únicas en todo el mundo donde las personas viven una vida larga y saludable de hasta 100 años. Todos los residentes de estas áreas comparten un entorno y un estilo de vida común.
En Cerdeña, donde se han hecho estudios sobre uno de los primeros grupos de centenarios, las garbanzas y la fava son las legumbres preferidas. Los garbanzos son los ingredientes principales de una sopa minestrone, los cuáles generalmente se comen en más de una comida. Lea: Murió una influencer vegana tras seguir una dieta extrema de frutas
Esta receta le dio a Buettner tres hermanos y seis hermanas de la familia Melis de Perdasdefogu, Cerdeña. Esta es la familia más longeva del mundo. “Hay nueve hermanos cuya edad colectiva era de 851 años”, dijo Buettner. “Todos los días de su vida comieron exactamente la misma sopa minestrone con pan de masa fermentada y un vaso pequeño de tres onzas de vino tinto”. Es por eso que la combinación de estas mezclas se ha vuelto importantes en el mundo.

¿Por qué las legumbres?
Los miembros de la familia leguminosas están llenos de nutrientes, incluídos cobre, hierro, magnesio, potasio, ácido fólico, zinc y lisina, el cual es un aminoácido esencial y mucha proteína, como también fibra.
“La fibra lo recompensa con un microbio intestinal saludable y una menor inflamación y una mejor función inmunológica”, dijo Buettner.
Cada tipo de fríjol tiene un perfil nutricional diferente. Es por eso que comer la variedad de fríjoles puede ser lo mejor y lo más adecuado para el cuerpo. Aduki o el fríjol mungo rojo tiene más fibra que muchas otras variedades, mientras que las habas están llenas de potasio y los garbanzos tienen mucho magnesio.
“Los granos también contienen proteína vegetal, que es más saludable porque tiene más nutrientes con menos calorías que la proteína animal”, agregó.
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De hecho, Buettner recomienda combinar fríjoles con granos integrales para que tengas todos los aminoácidos que componen una proteína nutricionalmente integral, similar a la que se encuentra en la carne.
En Costa Rica, las personas comienzan el día con Gallo Pinto, el plato nacional del país. “Es una combinación de frijoles cocinados en una salsa, sazonados con cebolla, pimiento verde y algunos aromáticos como albahaca o tomillo y tal vez, ajo”, explicó.
“Luego lo mezclan con el arroz blanco de ayer. Eso es interesante porque al enfriarse durante la noche el arroz sufre una metamorfosis”, dijo Buettner. “El almidón del arroz se vuelve resistente, lo que significa que el cuerpo lo absorbe más lentamente, por lo que el nivel de azúcar en la sangre no aumenta tanto”, señaló.