El Día Mundial de la Hepatitis se conmemora hoy, 28 de julio, fecha que sirve para concienciar sobre esta infección, que causa enfermedades hepáticas graves y cáncer de hígado.
Las hepatitis son un grupo de enfermedades caracterizadas por producir inflamación del hígado. Hay numerosos virus que pueden causar hepatitis, y los cinco más comúnmente involucrados se denominan A hasta E. Lea: La hepatitis E engaña al sistema inmune, ¿sabe por qué?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha establecido el objetivo global de eliminar la hepatitis viral como un problema de salud pública para 2030, cada año se registran más de 1 millón de muertes relacionadas con la hepatitis y una nueva infección crónica cada 10 segundos. De mayor preocupación son las hepatitis B y C transmitidas por la sangre, que juntas son la causa más común de cirrosis hepática, cáncer de hígado y muertes relacionadas con la hepatitis viral.
El médico y profesor de medicina William Carey, jefe interino de la Sección de Hepatología de Cleveland Clinic, precisa que “en cuanto a similitudes, ambos virus son sigilosos, lo que significa que la mayoría de las veces no hay síntomas en el momento de la infección. Esto es especialmente cierto en el caso de la hepatitis C”. Lea: OMS: hepatitis infantil de origen desconocido supera los mil casos
“En un pequeño porcentaje de casos de hepatitis B -anota-, puede haber síntomas relativamente leves, como fatiga. En la hepatitis B adquirida en adultos, puede haber una enfermedad más grave, incluyendo ictericia e incluso insuficiencia hepática”.
Debido a la ausencia de síntomas, muchos pacientes tienen el virus durante años, e incluso décadas, antes de que se descubra cuando informan síntomas de daño hepático, a veces ya en una etapa avanzada.
El experto destaca que “una diferencia importante entre la hepatitis B y C es que hay una vacuna altamente efectiva para prevenir la hepatitis B y ninguna para la hepatitis C. Además, la hepatitis C puede ser completamente curada, mientras que el virus de la hepatitis B solo puede ser suprimido. La supresión de la hepatitis B es suficiente para prevenir un mayor daño hepático o la transmisión a otras personas, pero como el virus permanece latente en las células del hígado, puede reactivarse bajo ciertas condiciones, como al tomar algunos medicamentos que debilitan partes del sistema inmunológico”.
A erradicarla
Según el doctor Carey, todos podemos contribuir a la erradicación de la mortal infección. “Para erradicar la hepatitis B, necesitamos una estrategia de tres frentes, a saber: vacunación, interrupción de la transmisión de madre a hijo, y para aquellos que están infectados, supresión del virus a través de medicamentos. Para erradicar la hepatitis C, necesitamos que todas las personas se realicen el cribado y que aquellos que estén infectados reciban tratamiento”, asegura.
Y reitera: “Todas las personas deberían hacerse un cribado al menos una vez en su vida, para que las infecciones puedan ser tratadas de inmediato, deteniendo rápidamente el daño hepático causado por el virus”.