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Salud

¿Comes rápido? Estos son los daños que le causas a tu salud

Aunque no lo creas, masticar poco y rápido podría ser el inicio de muchos trastornos.

¿Comes rápido? Estos son los daños que le causas a tu salud

Si comes rápido y no masticas bien, la comida llegará a tu estómago en trozos grandes, lo que dificultará la digestión. //Foto: 123RF

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Comer rápido para seguir con otras actividades es una acción frecuente entre muchos de nosotros y, aunque parezca no tener mayor importancia, este hábito es dañino para la salud.

A continuación, te presentamos tres consecuencias negativas de comer rápido.

1. Hará que engordes

Engordar es una de las primeras consecuencias de comer de prisa. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que esto obedece a que no se le da tiempo suficiente a las hormonas del estómago para enviar las señales al cerebro y advertirle que ya es suficiente y, por tanto, se come más de lo debido. Lea: Aprende a reducir los niveles de colesterol desde lo que comes

“Cuando no le das tiempo a las hormonas producidas en el estómago y el intestino para enviar las señales al cerebro (particularmente al hipotálamo, encargado de regular la alimentación), este no se entera de que el estómago ya está lo suficientemente expandido y satisfecho, y lo mismo pasa con el intestino. Y aunque tu organismo ya sació sus necesidades, tú sigues comiendo sin parar”, advirtió Mariana Valdés Moreno, jefa de la carrera de Nutriología de la UNAM, en conversación con El Universal de México.

Con el paso del tiempo, alterarás la señalización del hambre y saciedad entre el estómago, el intestino y el cerebro, y ¿qué pasará? Terminarás comiendo de más.

Ten en cuenta que el cerebro tarda alrededor de 20 minutos en reaccionar a la información que le llega desde las hormonas que intervienen en la digestión. Cuando da la orden de dejar de ingerir alimentos la deja activada durante horas (entre 3 y 5 horas).

2. Aumenta el riesgo de diabetes e hipertensión

Aunque no lo creas, masticar poco y rápido podría ser el inicio de muchos trastornos. Estudios de la UNAM demostraron que la velocidad de la ingesta se relaciona no solo con el riesgo de presentar obesidad, sino de padecer enfermedades cardiometabólicas como la diabetes o la hipertensión. Lea: Día Mundial de la Nutrición: ¿la dieta influye en los dolores menstruales?

Una investigación del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, realizada entre niños y niñas de 3 a 6 años, demostró que los menores que comen rápido tienen más sobrepeso y niveles altos de presión arterial o glucosa en la sangre.

Además, otra investigación descubrió que la masticación estimula la célula inmune Th17, que puede aumentar la protección contra infecciones bacterianas.

Esto significa que si comes despacio tu salud se verá recompensada.

Incluso beneficiarás a el cerebro, pues masticar de manera adecuada activa una zona cerebral, el hipocampo, que está relacionado con la memoria y la orientación espacial. Lea: Acompañar con agua las comidas, ¿bueno o malo para la digestión?

3. Afecta la digestión

Aunque presentar diabetes y otros padecimientos tomará tiempo, en el corto plazo serán notorias consecuencias en la salud como el estreñimiento. Y es que si comes rápido y no masticas bien, la comida llegará a tu estómago en trozos grandes, lo que dificultará la digestión, causando malestares como estreñimiento y pesadez.

En cambio, si comes despacio y masticas bien, las bacterias intestinales deshacerán los alimentos y habrá una mejor digestión.

Evita comer rápido

Teniendo claras las consecuencias negativas de comer rápido es hora de empezar nuevos hábitos. Estos son algunos consejos:

1. Tener 5 comidas al día, 3 fuertes y 2 refrigerios. Si desayunas muy temprano y tardas en almorzar tendrás mucha hambre y, por ende, comerás rápido y de más. Lo ideal es que no dejes pasar más de 4 horas entre una comida y otra.

2. Crear una rutina. Si acostumbras a tu cuerpo a comer siempre a la misma hora, poco a poco habrá un hábito y no aparecerán los antojos y el hambre. ¡Inténtalo!

3. Masticar unas 40 veces. Aunque todo depende del alimento, si masticas hasta que la comida haya perdido su textura no solo serás más consciente de esta actividad, sino que ingerirás alrededor de 10 por ciento menos calorías.

4. Ser consciente. Si no te das el tiempo de comer despacio y de manera consciente, tu cuerpo no registrará la ingesta de la misma manera y esto llevará a comer alimentos poco saludables.

5. Disfrutar. Una buena razón para comer más despacio es que disfrutarás los alimentos. La saliva permite que las partículas responsables del sabor se activen en las papilas gustativas y si comes con tiempo, disfrutarás más.

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