Satisfyer, el popular succionador de clítoris, se popularizó en 2019, contribuyendo a derribar tabúes sobre la masturbación femenina y a reducir la llamada brecha orgásmica, responsable de que los hombres tengan muchos más orgasmos que las mujeres.
En conversación con El País, la sexóloga Megwyn White, directora de Educación de Satisfyer, aseguró que “los juguetes sexuales ayudan a que la intimidad compartida sea una experiencia muy placentera para todos los implicados. Se convierten en herramientas de juego que liberan los deseos, amplían los límites y encienden una aventura compartida de pasión y exploración”.
Sin embargo, con la aparición del Satisfyer muchos hombres comenzaron a lamentar que las mujeres no los necesitaran en la cama para llegar al orgasmo. Lea: ¿Quieres ser el mejor? Cinco cosas que debes hacer antes del sexo
White señaló que parte de la intimidación que sienten muchos hombres en torno a los juguetes eróticos se debe a una idea errónea de que son herramientas diseñadas para solucionar problemas, es decir, que se utilizan porque hay dificultades en la vida sexual de la pareja o en sus relaciones.
Laura Cámara, autora de ‘Desearte. Claves para el deseo sexual femenino’, explicó a El País a qué se deben los miedos y complejos de los varones ante el Satisfyer. Lea: ¿Practica sexo oral? Es el principal factor de riesgo de cáncer de garganta
“Cuando introducimos el succionador, a ellos les puede parecer que el juguete los sustituye, el que cumple una misión que antes cumplían ellos, por lo que aparecen miedos y complejos. Por eso es tan importante deconstruir esta idea de la sexualidad masculina y del sexo heterosexual, porque cada uno es responsable de su placer, y se puede hacer disfrutar en pareja usando juguetes”, expresó Cámara.
Agregó: “La sexualidad masculina es frágil en este sentido y si siente que algo compite con ella, se asusta. La sexualidad femenina es más autónoma y hace mucho que ha roto con el mito de que es el hombre el que la tiene que llevar al placer y guiarla al orgasmo”. Lea: Por “mal” movimiento en el sexo: hombre terminó con tres fracturas en el pene
Una encuesta realizada a 500 británicos reveló que el 60% de los hombres sufren ansiedad por su rendimiento en la cama, lo que pone de manifiesto el impacto generalizado de estas presiones sociales.
¿Qué hacer ante el miedo?
Benjo Podlech Sandoval, psicólogo y experto en energía masculina, aclaró en El País que si en las relaciones heterosexuales la relación con el placer del hombre es falocéntrica se están reduciendo la sexualidad y el placer.
“Si algunos hombres sienten rechazo o miedo al Satisfyer, hay que acoger esas emociones, aceptarlas y darles su lugar. Lo primero es intentar aceptar sus miedos y sentimientos para intentar cambiarlos, en este caso ese pensamiento de ‘Si ella disfruta con el Satisfyer, no me necesita a mí’. Después, tendríamos que entender que los gustos son infinitos y van cambiando durante el tiempo, por lo que hablar de un juguete sexual podría ser tan sencillo como hablar del desayuno. Tras esa apertura y comunicación, podría volver a experimentar con el Satisfyer y ver si cambia la percepción. Incluso podría alegrarse de que su pareja experimente diferentes placeres junto a él y de la creatividad que pueden dar los juguetes para ellas y para ellos si los usan juntos”.
Los expertos destacan la necesidad de una conversación previa para introducir el juguete sexuales en las relaciones sexuales. “Es importante comunicar que la introducción de un juguete sexual no sustituye el papel de tu pareja, sino que es una oportunidad para explorar juntos nuevas experiencias”, aseguró White.
“Un método eficaz es enmarcar la petición entre dos afirmaciones positivas: ‘Me encanta hacer el amor y valoro la conexión que compartimos y tengo curiosidad por incorporar un vibrador a nuestros momentos íntimos’. Expresando tu admiración por el estado actual de vuestra vida íntima y haciendo hincapié en tu deseo de mejorarla, resaltas la fuerza de vuestro vínculo a la vez que introduces la idea de incorporar un juguete sexual”, añadió.
Para la psicóloga y sexóloga Cristina Callao, “los juguetes eróticos, en concreto el succionador, han puesto de relieve que las mujeres no necesitamos introducirnos nada en nuestra vagina para experimentar placer, algo que, al parecer, a algunos hombres no les ha sentado bien”.
Recalcó que “que quienes sienten miedo de ser reemplazados por un juguete deberían tomar nota y aprender que existe una zona en el cuerpo de las mujeres llamada clítoris que se ha invisibilizado durante años. En vez de sentir miedo, simplemente ténganlo en cuenta en sus próximos encuentros sexuales”.