“Dale un beso a tu tía”, “si no me das un besito, no te compro un dulce”, “vaya y bese a su primo, sea educado”. Expresiones como estas hacen parte de la cotidianidad, y aunque sin duda hay un dejo de inocencia, se esconden tras ellas una sentencia que para un cerebro inocente y en desarrollo puede ser peligrosa: tienes que hacer todo lo que te dicen los adultos, incluso saludarlos como ellos te digan y no te puedes oponer, porque entonces serías un niño maleducado o no tendrías eso que tanto deseas.
Esa falta de consentimiento entre niños y padres frente a situaciones que parecen tan “inofensivas” como saludar, se replica en otros escenarios frente figuras de autoridad y son los menores quienes quedan expuestos o en riesgo de ser abusados sexualmente. Lea: Besar a un niño en la boca puede ocasionar una “validación” peligrosa
Lo ocurrido en una reunión pública celebrada en febrero de este año en el templo Tsuglagkhang de Dharamsala, donde vive el líder religioso tibetano, Dalái Lama, sigue generando controversia. En medio de una sesión de preguntas, un niño le preguntó si podía abrazarlo. El líder exiliado de 87 años lo invitó a subir a la plataforma en la que estaba sentado. En el video, le señala la mejilla, tras lo cual el niño le besa antes de darle un abrazo. Acto seguido, el Dalái Lama le pidió al niño que lo besara en los labios y luego expresó: “chúpame la lengua”, provocando las risas de los asistentes. Lea: “Chúpame la lengua”: el repudiable video por el que el Dalai Lama se disculpa
La indignación del suceso, que ha sido calificado como “perturbador”, “repugnante” e “inapropiado”, llevó al líder religioso a ofrecer disculpas tanto al niño como a su familia. “Su santidad desea pedir disculpas al niño y a su familia, así como a sus muchos amigos de todo el mundo, por cualquier dolor que sus palabras hayan podido causar”, decía parte del comunicado publicado en Twitter.
Y añadió: “Su santidad suele bromear con la gente que conoce de forma inocente y juguetona, incluso en público y ante las cámaras. Lamenta este incidente”. Sin embargo, usuarios en redes sociales reprochan el actuar del líder espiritual condenan su comportamiento y solicitan acciones contundentes ante el abuso infantil.
La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP) se mostró “horrorizada” por las acciones del monje. “Nuestra principal preocupación es el niño inocente que fue objeto de esta repugnante petición por parte de una venerada figura espiritual”, dijo el grupo en un comunicado.
Mientras que la activista británica de los derechos de la mujer, Shola Mos-Shogbamimu, expresó en su cuenta de Twitter: “Esto NO es una broma y es muy inapropiado usar ‘beso cariñoso’ junto a ‘chúpame la lengua’. Los abrazos están bien (...) no normalices el abuso sexual de niños: no me importa lo venerado que sea el dalái lama, no estoy de acuerdo con que un niño chupe la lengua de un hombre/mujer/cualquiera”.
Una realidad latente...
En diálogo con El Universal, Diana Cecilia Gómez Miranda, psicoterapeuta clínica, especialista en psicología clínica cognitivo-conductual y magíster en profundización clínica cognitivo-conductual, sostuvo que lo sucedido entre Tenzin Gyatso (Dalái Lama) y el niño fue una clara muestra de abuso.
“Sabemos que la violencia sexual se presenta de diversas formas (siendo todas graves), y una de estas formas de violencia es el abuso sexual, en el cual el niño, niña o adolescente es tocado (a), acariciado (a) o besado (a) indebidamente o involucra aprovechamiento por la edad, condición de discapacidad o incapacidad preexistente. Este acto del Dalái Lama que ocasionó repudio global, somos conscientes de que aplica en esta definición y por tanto constituye un abuso, es claro que existe una actividad sexual que involucra a un adulto (el cual se encuentra en situación de responsabilidad, confianza y de absoluto poder) y un niño (en este caso específico), que sigue las órdenes de la “máxima autoridad en ese lugar”, y que no llega a comprender totalmente ni la situación, ni lo que se le está pidiendo, pero que así mismo observa cómo los demás adultos validan, ya que al acto, de por sí totalmente reprochable, se le suma un público que solo ríe y aplaude”.
De acuerdo con Gómez Miranda, promover el respeto por los niños, niñas y adolescentes debe ser prioridad no sólo a nivel institucional sino a nivel familiar. “Duele muchísimo que quien se supone debería “cuidar” sea justo quien haga daño y pienso que lo principal que podemos hacer es dejar de normalizarlo. Dejar de inculcar a nuestros niños que “hay que respetar y obedecer a la autoridad a toda costa”. Cuidar nuestra infancia es enseñarles a respetar sus límites. No obligarlos desde pequeñitos a dar besos, abrazos, o demostraciones de afecto a nadie, dejarlos que ellos comprendan desde pequeñitos que son los únicos que pueden decidir sobre su cuerpo. Nadie, absolutamente nadie tiene derecho a vulnerar la infancia”. Le puede interesar: Niño a quien el Dalái Lama le pidió que le chupara la lengua habló a los medios
En esa misma línea, la psicóloga Machy Guerrero, promotora de buenos tratos en la infancia, refirió que es crucial proteger a los menores de los abusadores, que muchas veces están en el círculo más temprano.
“Lo sucedido con el Dalái Lama se llama abuso. Todas las redes están hablando de eso y ¿qué sucedió? Una disculpa por escrito. ¿Será eso suficiente? Los abusadores no están vestidos de negro. Están en nuestro círculo más cercano y muchas veces son “excelentes” personas ante los ojos de los demás. No es suficiente hablar de las partes privadas y de que deben contarlo, es necesario crear una relación de respeto, amor y cuidado diario para crear esa confianza y para que sea tal su experiencia de buenos tratos, que con mucha facilidad puedan detectar un espacio donde no esté siendo tratado así”.
Para Guerrero, este tipo de situaciones ponen de manifiesto la necesidad de hablar y promover la crianza respetuosa. “¡Cuánto miedo nos inculcaron a la autoridad! Por eso muchos nos paralizamos cuando un sacerdote, un docente, un médico, un jefe o alguna figura de autoridad invade nuestro espacio personal, nos maltrata o nos abusa. ¿Cuántas veces te has quedado paralizado ante acciones de este tipo? ¿Cuántas veces dudaste de tu intuición? ¿Cuántas veces te callaste? ¿Cuántas veces desconfiaste de las señales que te enviaba tu cuerpo?”, reflexionó la experta.
La prevención del abuso sexual infantil es una tarea que está en mora. Según cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), más de 16 mil menores fueron atendidos en 2022 por violencia sexual. Solo en Cartagena se atendieron 16.221 niños, niñas y adolescentes por violencia sexual.
La psicoterapeuta clínica aconseja a los padres de familia evitar el chantaje emocional y promover los límites. “A los niños no hay que obligarlos a saludar de besos y abrazos. No es necesario el chantaje emocional como: “Si no le das un beso al tío se pondrá triste”, “los niños educados dan besos y abrazos”, “si no hay beso, no hay helado”. Como padres es importante ofrecerles alternativas de saludo. Si no quiere saludar de beso y abrazo, enséñale a saludar con su manito”.
El incidente con Dalái Lama sigue causando críticas generalizadas y representa una oportunidad para continuar el debate sobre la protección de menores y brindar recursos a los padres de familia para que enseñen a sus hijos a actuar frente a este tipo de acciones, en especial, si son figuras de autoridad.