“Que un familiar tome la decisión de suicidarse deja un sinsabor en la vida de su familia, ¿qué hicimos mal? si aparentemente todo se veía normal”, expresa Doris Ortega Galindo, una cartagenera que después de que una de sus parientes de 17 años tomó la decisión de quitarse la vida, optó por desahogarse y emprender un viaje de investigación con respecto a la salud mental y el suicido.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y puede aportar algo a su comunidad”. Definición que al parecer, solo después de la pandemia del COVID-19, tomó fuerza, y es que para quienes sobrevivieron a ese tiempo de confinamiento tortuoso recuerdan aún con tristeza e incertidumbre los días en que el mundo se paralizó. (Le puede interesar: ¿Se te dificulta concentrarte? Puedes tener TDAH)
La ansiedad y depresión con la que muchas personas se encerraron fue un detonante preciso para darle un “stop” al curso de sus vidas. Sin embargo, en este espacio no hablaremos solo de pasado, sino también del presente y del panorama de la salud mental en Cartagena.
Según estadísticas dadas por el Departamento Administrativo Distrital de Salud (DADIS) en la ciudad para el año 2022 se reportaron 41 casos de suicidio dentro de los que se destacan el de una niña de 10 años y el de 11 jóvenes entre 15 y 29 años. Cifras que nos llevan a pensar, ¿por qué los jóvenes piensan en quitarse la vida?
Lejos de romantizar esta dinámica de autoeliminación, se debe pensar en el aporte que se debe hacer para mitigar el número de suicidios en la ciudad, con estrategias oportunas que realmente aporten a la salud mental de la población juvenil, debido a que son los casos en los que hoy nuestra atención se centra.
Según las estadísticas arrojadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) para el primer cuatrimestre de 2022 hubi un total de 903 lesiones auto infligidas y secuelas; de las cuales, el 16,16% (146) del total de casos corresponden a suicidios en niños, niñas y adolescentes entre los 0 y 19 años de edad. (Siga leyendo: ¿Tienes miedo a ser superado? Puedes padecer el síndrome de procusto)
“Nuestros jóvenes pasan horas en luchas internas entre lo que son, lo que quieren ser y lo que tienen para hacer; están viviendo una autoexigencia y sin duda, le han dado un desvalor a la vida porque no sienten encajar como se les exige en la sociedad”, resaltó Ortega.
Más allá de parecer una incógnita, resulta ser un llamado urgente a las autoridades, quizá es hora de pellizcarse y poder darle la atención que amerita este tema en la ciudad, especialmente en los niños, niñas y adolescentes.
Según el DADIS, los intentos de suicido en el Distrito para el año 2022 incrementaron en un 25,8% con el año inmediatamente anterior y con el 2020 se incrementó en el 41,9%, lo que quiere decir que hay una incidencia de 51,2 casos por 100.000 habitantes en Cartagena que se convierte en una alarma encendida que pide auxilio escandalosamente. (Le puede interesar: ¿Tienes miedo a ser superado? Puedes padecer el síndrome de procusto)
“La salud mental es un tema tan importante que la OMS exige que sea incluido en los programas de salud pública, los niños, niñas y adolescentes necesitan una fortaleza psicológica, porque esta se va debilitando con los golpes de la vida, viven inmersos en una desesperanza”, expuso Ortega.
Es inevitable no detenerse a pensar en ese término, que al parecer podría ser una posible causa de tantos hechos lamentables en Cartagena. Y, aunque cada día se asuman nuevos retos y haya manera de salir adelante, según Ortega, quien también es abogada y docente, “la ansiedad se ha convertido en el principal enemigo de quienes no quieren vivir, no ven futuro; y en sus entornos están frenados a seguir repitiendo patrones porque no ven salida”.
La experta resaltó :“ un joven no debería estar pensando en que no va a lograr nada, en que se la va ir la vida sin avanzar, sin embargo, lo hacen y eso atormenta”.
Teniendo en cuenta las estadísticas de intentos de suicidio obtenidas por el DADIS, los jóvenes entre 15 y 24 años son quienes usualmente contemplan esta idea, especialmente en la localidad Industrial y de la Bahía en su mayoría mujeres y dichos intentos corresponden a problemas familiares en un 42,6%
“El gobierno debe invertirle a la salud mental, hay que reconstruir a la sociedad y fortalecer el estado mental de los padres para que puedan orientar a sus hijos, pues detrás de alguien macabro hay un niño lastimado” resaltó la docente.
Según Olga Acosta, secretaria de Educación en conjunto con el DADIS en las instituciones oficiales “se hace la implementación del Comité Distrital de Convivencia Escolar, en el cual se articula la oferta institucional que existe en el Distrito para el acompañamiento a las Instituciones Educativas en temas de prevención de riesgos sociales, tales como abuso sexual, suicidio, embarazos en adolescentes, consumo de sustancias psicoactivas, consumo de alcohol, entre otras”.
Sin embargo y pese a este tipo de programas o comités las cifras con el pasar de los años aumentan a un ritmo acelerado, exigiendo a gritos una ayuda inmediata o al menos, que bajo la lupa de quienes corresponde, precisamente, dentro del plan de trabajo de las autoridades pertinentes, se debe priorice la salud mental en Cartagena. Que detrás de cada programa, proyecto e intención haya un aporte verdadero que muestre en el tiempo la eficacia de su ejecución, porque solo así se podrá combatir la desesperanza en los jóvenes que al menos, han contemplado la idea alguna vez de darle fin a su vida.
El DADIS, desde la Dirección Operativa de Salud Pública y su Dimensión de Convivencia Social y Salud Mental, realiza las siguientes acciones en relación a la salud mental en Cartagena:
1. Desarrollo de Capacidades a entidades de salud – EPS, IPS, comunidades e instituciones públicas y privadas.
2. Planes de Intervenciones Colectivas – PIC en comunidades e instituciones educativas distritales.
3. Coordinación sectorial en salud e intersectorial con instituciones públicas y privadas que cumplen funciones complementarias a la salud mental y que apuntan a fortalecer los determinantes sociales de la salud mental (educación, deportes y recreación, arte y cultura, entre otras).
4. Gestión del conocimiento, donde para este año la prioridad se encuentra en el proceso participativo e intersectorial para la adopción y adaptación de la política pública Distrital de salud mental, y de prevención y atención al consumo de sustancias psicoactivas.