Un dolor de espalda venía aquejando desde hace un tiempo a Carl Scott, de 19 años. Luego de unos meses el joven decidió asistir al médico, pues la molestia no cesaba.
Pero el británico no estaba preparado para escuchar el dictamen que arrojaron los análisis: tenía un agresivo cáncer que se había esparcido por todo su cuerpo. Lea aquí: Estas fueron las enfermedades de famosos que se conocieron en 2022
“Fue al hospital por dolores de espalda, así que escuchar que tenía cáncer fue un gran shock. Estaba realmente afectado, no tuvo tiempo para procesarlo realmente. Le rompió el corazón”, expresó la madre del joven, Claire Abraham, en una entrevista con el portal ‘Chronicle Live’.

Inicialmente, los especialistas pensaron que se trataba de cáncer testicular, pues este suele provocar dolor en la zona lumbar.
No obstante, era un sarcoma alveolar, el cual ya había hecho metástasis y acabó con su vida tres semanas después de ser detectado. Lea también: Natalia Durán reveló la verdadera razón por la que le dio cáncer
“Era todo un personaje, solía hacerte reír todo el tiempo. También era cariñoso y afectuoso. Era un niño al aire libre. Siempre quería salir con sus amigos. (...) Todavía no parece real”, contó la mamá de Carl Scott tras su muerte.
¿Qué es un sarcoma?
Expertos de la Clínica Mayo explican que “el sarcoma es un tipo de cáncer que se origina en los huesos y en los tejidos blandos (también llamados conectivos) del cuerpo”.
Este puede afectar distintas partes del cuerpo. Algunos tipos de sarcoma son: angiosarcoma; condrosarcoma; dermatofibrosarcoma protuberante; liomiosarcoma; liposarcoma; mixofibrosarcoma; osteosarcoma; rabdomiosarcoma; sarcoma de Ewing; sarcoma de Kaposi; sarcoma alveolar de partes blandas; entre otros. Le puede interesar: Murió Elena Huelva: así era el cáncer que sufría la influencer española
Este último fue el que afectó al joven Scott, también denominado tumor de tejido blando, es más frecuente en niños mayores y adolescentes, de acuerdo con Instituto Nacional del Cáncer (NIH sus siglas en inglés).

“Este sarcoma surge en el tejido conjuntivo blando que rodea y conecta los órganos y otros tejidos”, señaló el NIH.
Y añadió: “Es capaz de producir vasos sanguíneos nuevos que ayudan a que el tumor crezca y se disemine”.
Por lo general suele presentarse en las piernas, pero también puede aparecer en los brazos, las manos, la cabeza, el cuello o la espalda, como en el caso del británico. Siga leyendo: ¿Cómo hago para que mi hijo deje el vape?: fármacos y psicólogos
Síntomas del sarcoma
Según la Clínica Mayo, algunos de los síntomas generales del sarcoma, independientemente de su tipo, pueden ser:
- Una protuberancia que se siente a través de la piel, que puede ser dolorosa o no.
- Dolor de huesos.
- La fractura inesperada de un hueso, como después de una lesión menor o sin ninguna lesión. Le recomendamos leer: Romperse dos veces el mismo hueso y más datos sobre las fracturas
- Dolor abdominal.
- Pérdida de peso.
Factores de riesgo
La clínica estadounidense indica que los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer sarcoma comprenden:
Síndromes heredados. El retinoblastoma familiar y la neurofibromatosis tipo 1 son algunos síndromes —que se pueden trasmitir de padres a hijos— que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer.
Radioterapia contra el cáncer. Luego de este el tratamiento radiológico para el cáncer crece el riesgo de padecer un sarcoma en el futuro.
Inflamación crónica (linfedema). “El linfedema es una inflamación causada por una acumulación de líquido linfático que se produce cuando el sistema linfático está bloqueado o dañado”, explican los expertos de la Clínica Mayo. Esta inflamación aumenta el riesgo de desarrollar angiosarcoma, un tipo de sarcoma. Lea: Se descubre el origen de la metástasis del cáncer
Exposición a sustancias químicas. Algunos productos químicos industriales y herbicidas pueden aumentar el riesgo de padecer un sarcoma que afecta el hígado.
Exposición a virus. El virus llamado herpesvirus humano 8 puede aumentar el riesgo de padecer un tipo de sarcoma llamado sarcoma de Kaposi en personas con sistemas inmunitarios debilitados.