Con la intención de ayudar a los profesionales de la salud de otros países, las autoridades de salud pública en Estados Unidos publicaron este jueves nuevas tablas gráficas que ayudarán en la evaluación de la obesidad grave entre niños y adolescentes, una condición que afecta de forma desproporcionada a los hispanos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) establecieron unas nuevas “tablas de crecimiento extendido” del índice de masa corporal (IMC), las cuales les permitirán a los médicos realizar con mayor precisión un seguimiento del crecimiento y visualizar esta condición infantil con las familias. Lea aquí: Ojo: 5 enfermedades están asociadas al sobrepeso y la obesidad
“Yo recomiendo a los proveedores de servicios médicos que usen las tablas de crecimiento extendido como una herramienta en el cuidado de niños y adolescentes”, dijo Karen Hacker, directora del Centro para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud.
Los CDC calculan que hay en Estados Unidos unos 14,7 millones de niños y adolescentes obesos y que esa condición es más común entre ciertos grupos de población, por ejemplo, en los hispanos en quienes la prevalencia de la obesidad llega al 26,2%, comparado con 24,8 % de los afroamericanos, el 16,6 % de los blancos no hispanos, y el 9 % entre los asiático estadounidenses.
Las tablas gráficas hasta ahora usadas para evaluar la obesidad “no se extendían lo suficiente para observar el índice de masa corporal (IMC) para el creciente número de niños con obesidad grave”, explicó Hacker. Le puede interesar: Lactancia materna evita la obesidad en la adultez, según expertos
“Las nuevas tablas de crecimiento combinadas con el tratamiento de alta calidad puede ayudar a optimizar el cuidado de los niños con obesidad grave”, añadió.
Se define la obesidad grave como la condición en la cual el IMC es mayor del 120 % del percentil 95 en las tablas gráficas de IMC-por-edad, señaló Hacker.
La funcionaria señaló que las tablas de crecimiento existentes para niños y adolescentes sin obesidad no tendrán cambios.