Reconocido por participar en exitosas producciones, el actor Ashton Kutcher reveló que fue diagnosticado con una enfermedad que casi lo deja ciego y sordo.
Se trata de la vasculitis, una enfermedad que, según expertos de la Clínica Mayo, ocurre por la inflamación de los vasos sanguíneos y puede provocar daños en el organismo, pues, al obstruir el flujo sanguíneo, el paciente corre el riesgo de que se dañen sus órganos y tejidos. Lea aquí: Famoso actor confiesa que estuvo a punto de quedar ciego y sordo
El actor de ‘Amigos con derechos’ contó cómo fue su recuperación: “Tuve una forma extraña y súper rara de vasculitis que destruyó mi visión, mi audición y destruyó todo mi equilibrio. Me tomó un año reconstruirlo todo de nuevo. Realmente no lo aprecias hasta que se va, hasta que dices: ‘No sé si alguna vez podré volver a ver; no sé si alguna vez podré volver a escuchar; no sé si alguna vez podré volver a caminar’”, aseguró Ashton en una entrevista para el programa “Running Wild With Bear Grylls”, del canal National Geographic.
Con la experiencia de Kutcher se puede evidenciar lo “agresiva” que puede llegar a ser esta enfermedad. Por esta razón, le contamos cuáles son los signos de alerta y factores que inciden en el desarrollo de la vasculitis:
Síntomas
Desde MedLine Plus, el servicio de información en línea de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU., señalan que los síntomas de una vasculitis pueden variar, pero suelen incluir fiebre, inflamación y una sensación de malestar a nivel general. Le puede interesar: Lo que debe saber sobre la enfermedad de Kawasaki
Por otra parte, esta enfermedad se puede manifestar en varias partes del cuerpo, dependiendo de las zonas que estén afectadas:
Ojos. La vasculitis puede provocar que los ojos piquen o ardan. Puede provocar visión doble, pérdida temporal o permanente de la visión en uno o ambos ojos. En ocasiones, este es el primer signo de la enfermedad, asegura la Clínica Mayo.
Oídos. Es posible que el paciente sufra mareos, zumbidos en los oídos y pérdida auditiva abrupta.
Aparato digestivo. Si el estómago o los intestinos están afectados, puede presentar dolor después de comer. Es posible que se produzcan úlceras o perforaciones y, como consecuencia, que haya sangre en las heces.
Manos o pies. Algunos tipos de esta enfermedad pueden causar entumecimiento o debilidad en una mano o en un pie. Las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden hincharse o endurecerse.
Pulmones. Es posible que se le dificulte respirar, incluso, algunos pacientes presentan tos con sangre si la vasculitis le afecta los pulmones.
Piel. Pueden manifestarse manchas rojas, debido a un sangrado debajo de la piel. La vasculitis también puede provocar llagas abiertas en la piel. Lea también: Ojo: el lupus ya no es una enfermedad tan rara
Factores de riesgo
Aunque no hay una causa exacta, algunos tipos de vasculitis están relacionados con la genética de las personas, sin embargo, hay posibles desencadenantes de esta enfermedad.
Expertos de la Clínica Mayo le explican cuáles son los factores que aumentan el riesgo de sufrir vasculitis:
Edad. La arteritis de células gigantes (un tipo de vasculitis) rara vez se produce antes de los 50 años, mientras que la enfermedad de Kawasaki es más frecuente en niños menores de 5 años.
Antecedentes familiares. La enfermedad de Behcet, la granulomatosis con poliangitis y la enfermedad de Kawasaki pueden ser hereditarias.
Estilo de vida. El consumo de cocaína y tabaco puede aumentar el riesgo de desarrollar vasculitis. Lea: Enfermedad de Behcet, rara, pero común
Medicamentos. La vasculitis puede desencadenarse por medicamentos como la hidralazina, el alopurinol, la minociclina y el propiltiouracilo. Especialistas recomiendan estar alerta a los efectos de los medicamentos en el organismo.
Infecciones. Tener hepatitis B o C puede aumentar el riesgo de vasculitis.
Trastornos inmunitarios. Las personas que tienen trastornos en los que su sistema inmunitario ataca por error a su propio cuerpo pueden tener un mayor riesgo de vasculitis. Entre ellos: el lupus, la artritis reumatoide y la esclerodermia.
Sexo. La arteritis de células gigantes es mucho más frecuente en las mujeres, mientras que la enfermedad de Buerger es más frecuente en los hombres.