¿A veces siente en alguna parte de su cuerpo ardor, quemazón, punzadas, comezón? ¿La sensación se parece a un calambre, un hormigueo, un toque eléctrico? Puede ser difícil de describir, pero usted podría padecer dolor neuropático localizado, un tipo de dolor crónico que se presenta tras una lesión del sistema nervioso central y periférico, el cual afecta un área corporal del tamaño de una hoja de carta.
Se describe como una experiencia dolorosa o incómoda y hay quienes no le prestan la mayor atención, pero debe estar alerta. Según expertos, esta sensación se considera el dolor secundario a una enfermedad o lesión que afecta al sistema nervioso somatosensorial.
Explica Luisa Fernanda Gutiérrez, especialista en medicina física y rehabilitación, que el dolor puede generar sensaciones que no suelen considerarse dolorosas tradicionalmente e incluso se manifiestan con la pérdida de sensibilidad, por lo que los pacientes tienen dificultad para describirlo y los médicos para diagnosticarlo.
-Describa lo que siente de la forma más detallada posible. Así considere que es una sensación muy rara, es importante que se lo mencione a su médico. No se limite en expresar lo que siente.
- Si ha superado una enfermedad o cirugía y aún siente dolor, busque ayuda médica. El dolor neuropático puede ser la secuela de una enfermedad (como la diabetes) o una cirugía previa (como una mastectomía), por lo que necesitará de tratamiento específico.
- Si experimenta alguna sensación anormal, acuda al médico para verificar el origen y evitar la cronificación del dolor. “El diagnóstico temprano puede facilitar la toma de decisiones centradas en mejorar la calidad de vida del paciente y evitar su sufrimiento innecesario”, enfatiza.
Según la doctora Gutiérrez, el 60% del dolor neuropático es dolor neuropático localizado. Puede estar relacionado a ciertas enfermedades, como el herpes zoster y la diabetes, principalmente. “Todas las enfermedades que afectan los nervios más pequeños del cuerpo pueden asociarse a dolor neuropático localizado, como por ejemplo las polineuropatías producto de enfermedades como la diabetes mellitus, los síndromes de atrapamiento nerviosos, las enfermedades oncológicas e infecciosas, entre otras”, finaliza la doctora Gutiérrez.