La meningitis bacteriana es una enfermedad muy peligrosa que provoca la inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, causada principalmente por una infección bacteriana y cobra la vida de aproximadamente 250 mil personas al año, explica la OMS.
Las bacterias que ingresan al torrente sanguíneo, viajan hasta el cerebro y la médula espinal pueden causar meningitis bacteriana aguda. Enfermedad que también puede manifestarse cuando las bacterias invaden directamente las meninges. La causa pueden ser por situaciones comunes como una “simple” infección de oído o de los senos paranasales o, en casos poco frecuentes, algunas cirugías, aseguran especialistas de la Clínica Mayo. Lea aquí: Meningitis, una enfermedad que puede ser mortal en menos de 24 horas
La meningitis afecta a niños y jóvenes en su mayoría, por lo que se convierte en un motivo de preocupación para los padres, pues de no ser atendida a tiempo, podría tener un desenlace fatal. “Dondequiera que se produzca, esta enfermedad puede ser letal y debilitante; ataca rápidamente, tiene graves consecuencias sanitarias y provoca brotes devastadores,» dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
Se recalca a los padres cumplir con el esquema de vacunación de los menores, teniendo en cuenta el reciente caso de un niño de 4 años que falleció tras complicarse considerablemente luego de haber contraído meningitis en Pasacaballos, un corregimiento de Cartagena.
Síntomas
Expertos de la Clínica Mayo le explican cuales son los síntomas a los que debe estar atento en caso de sospecha por meningitis bacteriana. Los posibles signos y síntomas en cualquier persona mayor de 2 años comprenden:
- Fiebre alta repentina.
- Rigidez en el cuello.
- Dolor de cabeza intenso que parece diferente del usual.
- Dolor de cabeza con náuseas o vómitos. Le puede interesar: Bebé de cuatro meses murió por meningitis bacteriana en Pasacaballos
- Confusión o dificultad para concentrarse.
- Convulsiones.
- Somnolencia o dificultad para caminar.
- Sensibilidad a la luz.
- Falta de apetito o sed.
- Erupción cutánea (a veces, como en la meningitis meningocócica).
En recíen nacidos:
- Fiebre alta.
- Llanto constante.
- Somnolencia o irritabilidad excesivas.
- Dificultad para despertar del sueño.
- Inactividad o pereza.
- No despertarse para comer.
- Alimentación deficiente.
- Vómitos.
- Protuberancia en el punto blando en la parte superior de la cabeza del bebé.
- Rigidez en el cuerpo y el cuello.