Un estudio del Centro Médico Sheba de Israel halló que los anticuerpos generados por personas recuperadas de COVID-19 ofrecen, con el paso del tiempo, mayor resistencia al virus que los de las personas vacunadas.
El estudio, difundido hoy y que contó con una muestra de 432 personas, no se centra solo en la cantidad de anticuerpos generados sino también en su rendimiento.
Tras varios meses de seguimiento de los pacientes, los resultados obtenidos evidenciaron que, inicialmente, tanto el número como el rendimiento de los anticuerpos era superior entre los pacientes inoculados con dos dosis de la vacuna Pfizer que entre personas que habían pasado la enfermedad. Lea aquí: OPS: desciende la ola de contagios de ómicron en Latinoamérica
Por otra parte, y para sorpresa de los investigadores, los datos analizados evidenciaron también que la cantidad y rendimiento de los anticuerpos de los pacientes recuperados con un índice de masa corporal de 30 o superior (en el rango de obesidad) fueron más altos, durante los distintos períodos estudiados, que los de aquellos con un IMC inferior a 30 (personas con sobrepeso o con peso normal).
Esto, apuntaron, sugiere que las personas con obesidad que pasaron la enfermedad están mejor protegidas contra futuras infecciones que aquellos con sobrepeso o peso normal. Le puede interesar: Mitos y verdades de la variante ómicron de la COVID-19
“Estos resultados ofrecen información específica de la respuesta inmunitaria que puede explicar la protección diferencial frente a la COVID-19 entre individuos previamente infectados y vacunados”, señaló la doctora Carmit Cohen, una de las encargadas de la investigación, que será presentada en abril en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en Lisboa.