Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año nacen en el mundo 15 millones de bebés prematuros o de bajo peso al nacer; es decir, 1 de cada 10 nacimientos. En Colombia, se calcula que 2 de cada 10 bebés presentan esta condición y, durante la última década, hubo un total de 6.705.385 nacimientos con 1.277.839 partos pretérmino.
Cabe destacar que el parto prematuro es la principal causa de muerte en los recién nacidos a nivel mundial y la razón de más de 1.1 millón de muertes al año, lo que representa el 35% de las muertes de recién nacidos en todo el mundo. Cerca del 75% de estos bebés prematuros que mueren podrían sobrevivir sin una atención costosa, con tratamientos simples, comprobados y asequibles, pero, infortunadamente, junto con la desinformación y falta de cobertura en la atención médica, el miedo al contagio del COVID-19, ha interrumpido la asistencia a los servicios de salud desde el inicio de la pandemia en 2020.
Ahora bien, tras recibir el alta hospitalaria, una vez se logra mantener la temperatura de los bebés, establecer y ejecutar con precisión sus momentos de lactancia y han ganado peso regularmente, los padres de familia, muchas veces, se sienten abrumados cuando llegan con los hijos prematuros a sus hogares, principalmente por no contar, de primera mano, con el apoyo de personal profesional.
Pensando en esto y con el fin de apoyar a los papás, AstraZeneca Colombia, en su propósito de dar continuidad a cada procedimiento de inmunización, así como articular a los actores claves, entre ellos comunidad médica, sector público y privado y padres de familia, a fin de seguir velando por el bienestar respiratorio de los niños pequeños y bebés prematuros, promueve las siguientes recomendaciones:
Óptima alimentación: La lactancia siempre será el factor principal para la nutrición del bebé y lo ideal es que se alimente directamente del seno de la madre. Es probable que la transición sea difícil, debido a que el bebé está acostumbrado al biberón, el cual le exige menos esfuerzo para alimentarse.
Los prematuros siempre se encontrarán en una situación de riesgo debido a que su sistema inmune no funciona de la mejor forma, dejándolos expuestos ante infecciones, especialmente de origen viral, la más común es el virus sincitial respiratorio (VSR), a nivel mundial, se estima que el VSR causa cerca de 34 millones de episodios de infecciones respiratorias agudas bajas en niños menores de cinco años, lo que resulta en alrededor de 3,4 millones de hospitalizaciones por año. De ahí la importancia de que las personas que conviven con el bebé estén al día en su vacuna contra la tos ferina (poniéndose la DTaP) y se hayan puesto la vacuna antigripal de la temporada.
Cuidado de su sistema respiratorio: Es común que los bebés pretérmino desarrollen problemas respiratorios y necesiten oxígeno adicional o respiradores mecánicos. La mayoría se recuperan y dejan de ser dependientes de estos luego de salir de la UCIN. En caso de que continúe y reciba el alta, el personal médico facilitará el equipo necesario para el tránsito y para que lo utilice en casa.
Programación de citas periódicas: Es crucial tener la confirmación de un médico de que la salud del bebé es óptima, por lo que siempre es recomendable elegir un pediatra que pueda estar al tanto de la historia clínica del neonato y lo pueda acompañar durante todo su proceso. Asimismo, se debe agendar previamente citas periódicas, asegurándose de que las revisiones sean constantes.
Prepararse para escenarios adversos: Es vital prepararse para emergencias. Existen distintos cursos de reanimación cardio pulmonar (RCP). Esto no aplica solo para la madre, sino también para el padre, abuelo o quien se encargue de ser el cuidador del bebé y esté a solas con él. (Le puede interesar: Hurtos en Cartagena: 4 casos virales en esta semana, 3.735 en el año)
Otras precauciones: Considerando que el bebé aún se encuentra en una situación de riesgo, existen medidas menores pero fundamentales que los padres deben tomar para asegurar la salud del infante:
Limitar salidas: Lo mejor siempre será limitar las salidas al consultorio y cuando estas se hagan, mantenerse alejado de los demás bebés e intentar pedir la cita en una habitación independiente.
Evite los lugares públicos y las visitas: Ya que no sabemos qué virus pueda tener quienes se acercan al bebé sin darse cuenta, es mejor evitar visitas y restringir su contacto al estrictamente necesario.
Dormir sobre la espalda: Además de buenas pautas alimentarias, también es fundamental tener buenos hábitos de sueño. Los prematuros tienden a dormir más de lo normal. Todos los bebés, incluyendo también a los prematuros, se deben acostar sobre la espalda a la hora de dormir para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Al dormir boca abajo, es más probable que el bebé respire el aire que acaba de exhalar, especialmente si está durmiendo sobre un colchón blando o con un acolchado