La piel es el órgano del cuerpo más expuesto al entorno social y ambiental, y se comporta como un sistema de comunicación influenciado por factores genéticos, inmunológicos, sociales y culturales. La piel no es la fachada del organismo y puede ser afectada por un largo número de enfermedades propias o reflejar alteraciones que se suceden en otros órganos o sistemas.
Una de esas enfermedades es el vitíligo; cuadro dermatológico caracterizado por una o varias manchas blancas que se producen debido a la pérdida de la melanina (pigmento natural que da el color a la piel). Afecta a todas las razas y puede presentarse a cualquier edad, pero es más frecuente su inicio entre los 10 y los 30 años.
Las manchas se pueden localizar en cualquier parte del cuerpo, afectando pequeñas o extensas áreas de piel. Es muy frecuente que aparezca alrededor de los ojos o la boca, la vagina, el ano u otros orificios corporales; los codos, las axilas, las manos, los dedos, las rodillas y en distintas regiones del rostro. También es usual encontrarlas en áreas expuestas a la presión continua, como los hombros y la espalda por el uso del brasier; en la cintura, por la fricción con los cinturones; en el cuello, debido al uso de collares, y en las muñecas, por accesorios como los relojes y las pulseras. (Le puede interesar: Vitíligo, los dos tonos de la vida)
El vitíligo es una enfermedad en donde las propias células de defensa natural del organismo atacan, por razón no bien conocida, a los melanocitos, que son las células encargadas de producir melanina. Es decir, las células inmunológicas de defensa reconocen a sus propios melanocitos como extraños y los destruyen, causando las zonas de despigmentación de la piel.
El vitíligo suele afectar la tranquilidad y el bienestar familiar, sobre todo cuando existe desconocimiento o carencia en la comprensión de la enfermedad.
Esta enfermedad se puede asociar con otras que tienen en común el mal funcionamiento del sistema inmunológico. Las más frecuentes son las relacionadas con la glándula tiroides: hipertiroidismo, hipotiroidismo y tiroiditis. También el vitíligo se puede relacionar con la pérdida del cabello, la diabetes mellitus y la anemia perniciosa, esta última causada por la deficiencia de vitamina B12.
Uno de los factores que puede desencadenar o empeorar el vitíligo es el estrés, ya sea por situaciones personales, laborales o físicas; por ejemplo, cuadros de infección o la inminencia de una intervención quirúrgica.
Históricamente, el vitíligo ha tenido trascendencia e impacto social adverso por razones de tipo estético. El estigma y la discriminación asociada con esta enfermedad ha sido un fenómeno persistente en varias culturas, donde erróneamente ha sido confundido con la lepra y con otras enfermedades, además, tiene la capacidad de afectar las relaciones interpersonales y generar emociones negativas que limitan o deterioran la vida social.
Son frecuentes entre los pacientes afectados de vitíligo: la baja autoestima, el aislamiento social, la ansiedad, el estrés, la afectación en las relaciones sexuales, una mayor presencia de autopercepción negativa y fácil cambio en el estado de ánimo. Se ha indicado que hasta en la mitad de los casos de vitíligo se puede identificar tendencia a la depresión.
Es importante mencionar que el vitíligo no es una enfermedad infecciosa ni contagiosa, y no representa amenaza para las personas que están alrededor de quien la padece, tampoco pone en riesgo la vida del individuo afectado y, aunque comúnmente no presenta síntomas asociados, puede generar una gran carga emocional, comprometer la salud mental y deteriorar la calidad de vida y la percepción de satisfacción social.
Esta enfermedad de la piel no se puede prevenir, no es posible predecir su evolución y es perdurable. No se ha indicado relación con algún alimento en especial. Actualmente existen opciones terapéuticas según la necesidad de cada caso. La consulta temprana al dermatólogo contribuye al diagnóstico precoz y aumenta la posibilidad de una mejor respuesta al tratamiento. (Lea también: Taliana Vargas muestra con orgullo marcas del vitiligo)
El Grupo de Investigación Salud de la Mujer adelanta el proyecto de investigación ‘Mujer colombiana y piel’, que busca medir la calidad de vida en las mujeres colombianas con vitíligo. Son escasos los estudios de investigación sobre esta enfermedad en población latinoamericana. Si usted es una mujer con vitíligo y desea participar en el estudio, recibir orientación profesional, participar en actividades informativas, educativas y lúdicas dirigidas a la comunidad, envíe un mensaje de WhatsApp al número 3004248845 y uno de los investigadores la contactará.
Para más información, escriba al correo saluddelamujer@unicartagena.edu.co o sígalos en las redes sociales Facebook e Instagram: @saluddelamujer.
Por: Laura Sánchez-Présiga, estudiante de posgrado de Dermatología. Facultad de Medicina. Universidad de Cartagena.