Desde que el COVID-19 se propagó, la discusión alrededor de liberar las patentes ha cobrado fuerza y desde distintos sectores y organizaciones se ha evaluado el efecto y resultados que esto conllevaría. Es por esta razón que el Instituto de Prospectiva e Innovación en Salud -INNOS-, en colaboración con Geneva Network y con el apoyo de AFIDRO y la Universidad El Bosque, organizó el webinar ‘El rol de la propiedad intelectual durante la pandemia’. (Le puede interesar: Liberar patentes de las vacunas anticovid, ¿qué significa?)
Stephen Ezell, vicepresidente de innovación de la Fundación de Información de Tecnología e Innovación, señaló que los derechos de propiedad intelectual son vitales para consolidar el ‘ciclo de innovación’, pues crean incentivos y aseguran la protección de las inversiones de las compañías, en donde estas invierten cerca del 22 por ciento de sus ingresos en I+D+I cada año, permitiendo que la generación de avances y progresos en este campo sirva como financiación de los tratamientos de la siguiente generación.
Por su parte, Mark Schultz, miembro senior de Geneva Network, indicó que la propiedad intelectual ha sido esencial en el proceso de desarrollar y entregar las vacunas a los pacientes, pues ha generado la seguridad y la confianza para la cooperación y la inversión y, por ende, los fondos necesarios y la capacidad para poder llevar a cabo el desarrollo de tecnologías y procesos muy costosos. A la vez señaló que se ha demostrado que las instituciones trabajan mucho mejor con la confianza y la seguridad que son generadas por los derechos de propiedad intelectual.
Por otra parte, durante el panel ‘Patentes y libre competencia: caso COVID-19”, José Luis Salazar, exdirector de patentes de la SIC, y Felipe García, exdelegado de asuntos jurisdiccionales de la SIC y exdirector nacional de derechos de autor, coincidieron en señalar que el solicitar la liberación de las patentes puede ser entendido como un acto populista que no tiene en cuenta el esfuerzo, el tiempo y las inversiones que se requieren para crear las innovaciones, teniendo en cuenta que esta visión deja de lado a las personas cuyo trabajo se basa en la investigación y el desarrollo, los cuales permiten que la ciudadanía pueda disfrutar de los avances tecnológicos y científicos.
Asímismo, García advierte que si no existiera el sistema de patentes, tampoco habría un ecosistema virtuoso para desarrollar las vacunas y, sin ello, no habría ni siquiera la posibilidad de que el día de mañana estas sean liberadas.
“La afirmación de que un derecho a la propiedad intelectual involucra un derecho de monopolio es una afirmación ligera, porque no tiene en cuenta todas las connotaciones que se requieren para determinar si existe o no una posición dominante”, concluye García. (Lea además: EE. UU. apoya suspensión de las patentes de vacunas contra el COVID-19)
Finalmente, en el último panel del evento: ‘¿Cómo se ha comportado la propiedad intelectual en Colombia durante la pandemia?’, en el que participaron expertos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, iNNpulsa Colombia, Olarte Moure & Asociados, se destacó la articulación que se ha logrado entre el sector público y privado con el fin de incrementar los acuerdos de transferencia tecnológica para el uso de invenciones que permitan acceder a ingresos y fortalecer las cadenas de valor, así como la atención eficiente de emergencias como la pandemia.
De igual manera, los expertos coinciden en señalar que las patentes no están generando un problema, al contrario, la actual situación ha demostrado que la información que se desarrolló, protegió y licenció antes de pandemia, permitió que de manera rápida se desarrollaran soluciones como las alcanzadas hoy.
Finalmente, Andrés Rincón señala que, en Colombia, el sistema de patentes es muy pequeño y limitado, sobre todo para los inventores locales, por lo que es conveniente fortalecerlo para masificarlo y así obtener crecimientos de la economía impulsados por la innovación.
“Las empresas colombianas deben convencerse de que deben invertir en I+D+I y la mejor manera de incentivarlos es con un sistema de patentes fuerte. El apoyo del Estado debe ser momentáneo, no se puede depender del recurso público”.