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Salud

Las toallas sanitarias son una necesidad, no un lujo

La pobreza menstrual es la imposibilidad de personas, principalmente niñas, de adquirir productos menstruales.

Las toallas sanitarias son una necesidad, no un lujo

Esta situación aumenta también las vulnerabilidades existentes.

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El empobrecimiento que está provocando la COVID-19 en el mundo, está agravando aún más la situación de millones de niñas, mujeres, hombres transgénero y personas no binarias que menstrúan todos los meses y no tienen acceso a toallas sanitarias, agua corriente y otros elementos indispensables para gestionar su menstruación en forma digna y saludable, lo que restringe su movilidad, su asistencia a la escuela y compromete autoestima y desarrollo.

Por ello, en el Día Internacional de la Higiene Menstrual, AIDS Healthcare Foundation (AHF), la organización más grande del mundo que trabaja en la respuesta al VIH y el sida, lanza una campaña global bajo el lema “¡Una necesidad, no un lujo!” y en la que distribuirá 5 millones de toallas sanitarias a mujeres, niñas y personas menstruantes que las necesitan para mantenerse saludables y en la escuela.

Se llama pobreza menstrual y es la imposibilidad de personas, principalmente niñas, de adquirir productos menstruales, que incluyen no sólo toallas sanitarias y tampones, sino también analgésicos y ropa interior. Situación que se agrava aún más en el contexto de la pandemia de COVID-19.

Esta pobreza menstrual tiene consecuencias graves, como hacer que las personas, principalmente niñas, adolescentes y mujeres permanezcan en casa sin ir a la escuela y el trabajo, lo que impacta negativamente en su educación y sus oportunidades. Esta situación aumenta también las vulnerabilidades existentes, empujando a las mujeres y las niñas hacia peligrosos mecanismos de supervivencia, como llegar a practicar el sexo transaccional para obtener dinero para la compra de toallas sanitarias o tampones.

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