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Salud

¿La miel sí es efectiva para la tos?, esto dicen los expertos

¿A quién no le han dado miel para tratar el dolor de garganta o para la misma tos?, pero ¿sabías que nunca se le debe dar a bebés menores de un año?

¿La miel sí es efectiva para la tos?, esto dicen los expertos

La miel es una sustancia producida por las abejas a partir del néctar de las plantas y se usa para tratar de forma casera diferentes síntomas.

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¿Quién no ha tomado té o agua caliente con limón mezclados con miel para aliviar un dolor de garganta?, esta sustancia, producida por las abejas a partir del néctar de las plantas, es uno de los remedios caseros más tradicionales y es que la miel es comúnmente usada para tratar las quemaduras, la cicatrización de las heridas, la inflamación (hinchazón), las ampollas dentro de la boca (mucositis oral) y la tos, justamente sobre esta última molestia, expertos de la Clínica Mayo explican que, por sí sola, la miel también puede ser un remedio eficaz para aliviarla. (Le puede interesar: La miel de Chengue (Ovejas) se abre paso en nuevos mercados)

“En un estudio se les dio a niños de entre 1 y 5 años con infecciones de las vías respiratorias superiores hasta 2 cucharaditas (10 mililitros) de miel una hora antes de irse a la cama. La miel pareció reducir la tos nocturna, y mejorar el sueño”, dice en la página web de la Clínica Mayo, una de las más reconocidas de los EE. UU.

“En realidad, en el estudio, la miel parecía ser tan eficaz como el dextrometorfano, un ingrediente común para aliviar la tos, en dosis típicas sin receta. Ya que la miel es de bajo costo, y fácil de conseguir, quizás sea una buena idea probarla”, añaden.

Nunca a bebés

Aunque sea natural, la miel sí puede tener contraindicaciones: debemos evitar darles, ni siquiera una pequeñísima cantidad, a bebés menores de un año, pues puede provocar una afección gastrointestinal poco frecuente pero grave (botulismo infantil), causada por una exposición a las esporas de la bacteria Clostridium botulinum. A partir de las esporas, las bacterias pueden crecer y multiplicarse en el intestino del bebé y producir una toxina peligrosa.

Tampoco es recomendable para alérgicos. “Algunas personas son sensibles o alérgicas a los componentes específicos de la miel, en particular, al polen de las abejas. Aunque es poco frecuente, las alergias ocasionadas por el polen de abeja pueden provocar reacciones adversas graves y, en ocasiones, mortales. Algunos de los signos y síntomas de una reacción son: silbido al respirar y otros síntomas asmáticos, mareos, náuseas, vómitos, debilidad,

sudoración excesiva, desmayos, arritmias, escozor después de la aplicación tópica. Ten en cuenta que la miel puede alterar también los niveles de azúcar en la sangre.

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