La rabia es una enfermedad infecciosa transmitida, en el 99% de los casos, por perros o gatos, pero la pueden transmitir bovinos, equinos, porcinos, murciélagos, o zorros.
Esta patología se transmite a personas vía saliva a través de mordeduras o arañazos y puede llegar a ser mortal para los humanos si no es tratada a tiempo.
“La vacunación de los perros es la mejor estrategia para prevenir la aparición de la enfermedad y la transmisión al ser humano. Por esto, es necesario mejorar el conocimiento de las comunidades en materia de prevención y lucha contra la rabia, en concreto sobre la responsabilidad que supone tener una mascota, la prevención de las mordeduras y el modo de actuar cuando estas ocurren”, dice la doctora Magnolia Gálvez.
La salud de las mascotas es una responsabilidad de los dueños pero, muchas veces su cuidado no es el correcto y esto se da por desconocimiento acerca de las formas de prevenir enfermedades.
Estos son los síntomas de alerta de la enfermedad y el cuadro clínico que presentan los animales infectados:
Cambios en su conducta.
Atacar sin que el animal sea provocado.
Salivación abundante.
Alucinaciones y excitaciones alternadas con períodos de calma.
Ante una agresión causada por un animal potencialmente transmisor de rabia o perros que no cuenten con carnet de vacunación al día, usted deberá seguir las siguientes recomendaciones:
Inmediatamente lave con abundante agua y jabón el sitio donde haya mordido el animal.
Acuda inmediatamente a un centro de salud.
Entregue información relevante acerca del animal agresor, especie, lugar donde ocurrió la agresión, sitio donde pueda ubicarse al animal, entre otros datos.
Recuerde notificar a las autoridades sanitarias del incidente.