Un estudio, impulsado desde la Universidad de Harvard y realizado en de 31 países diferentes, concluye que el contacto piel con piel y la lactancia es lo mejor para bebés también en pandemia.
Los resultados del estudio, realizado entre los meses de mayo y septiembre de 2020, acaban de ser publicados en la revista ‘Breastfeeding Medicine’ y cuentan con el aval del Ministerio de Sanidad español.
La investigadora española María Teresa Hernández, coordinadora de la Unidad de Lactancia del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia (este) y presidenta de la IHAN internacional (Baby-Friendly Hospital Initiative Network) es la única firmante española del ‘COVID Mothers Study’. (Le puede interesar: 7 consejos para cuidar la salud bucodental de las embarazadas)
El estudio no encontró mayor riesgo de contagio entre bebés que realizaron piel con piel durante una hora o más tras el nacimiento, fueron amamantados en la primera hora de vida y se les permitió permanecer cerca de la madre en la misma habitación durante su estancia en maternidad, en comparación con bebés separados de sus madres y que no realizaron estas prácticas.
Es más, la tasa de lactancias maternas con éxito fue 4 veces menor entre los lactantes que fueron separados de sus madres, según fuentes sanitarias.
Asimismo, una de cada 3 madres con covid-19 participantes en el estudio que sufrieron esa separación (la separación se produjo en el 27,9 %) no pudo retomar la lactancia a pesar de sus deseos y de intentarlo tras reunirse con su bebé.
El estudio muestra que la separación debida a la covid-19 fue vivida por ocho de cada diez mujeres (78 %) con angustia y que seis de cada diez (58 %) dijeron sentirse muy angustiadas y estresadas. Esta separación tuvo una duración media de entre 6 y 7 días. (Lea también: La placenta protege al bebé frente al COVID-19)
“El ‘COVID Mothers Study’ refuerza la evidencia de que el contacto piel con piel y la lactancia en la primera hora, permanecer en la misma habitación cerca de la madre y la lactancia directa son prácticas seguras para madres infectadas por coronavirus”, afirma María Teresa Hernández.
De hecho, añade, “nuestros resultados muestran que la separación se asocia con daños para bebé y madre y es innecesaria”.
Cuando empezó la pandemia en marzo de 2020, las recomendaciones eran contradictorias y en muchas maternidades se separó a lactantes y madres con covid-19 (o con sospecha de infección).
“Esperamos que los resultados de este estudio y de otros que se están publicando ayuden a mantener el acompañamiento y a proteger las prácticas de humanización y apoyo a la lactancia que tiene tanta importancia para la salud perinatal”, ha apuntado Hernández.