Como parte de una asociación de varios años entre IBM y Boston Scientific, un equipo de neurocientíficos, lingüistas, matemáticos, ingenieros y diseñadores de dispositivos médicos están utilizando la inteligencia artificial para reconstruir nuestro proceso rudimentario y altamente subjetivo para medir el dolor crónico, una epidemia que tiene vínculos con el aumento de la ansiedad, depresión y dependencia de opioides.
La epidemia de dolor crónico es uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. Según la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor[1], alrededor del 30 por ciento (o 190 millones) de los adultos latinoamericanos tienen dolor crónico, y es una de las razones más comunes para buscar atención médica. Sin embargo, la evaluación cualitativa estándar consiste en pedir a los pacientes que califiquen sus propios niveles de dolor en una escala del 1 al 10, a menudo con la ayuda de una cara sonriente o con el ceño fruncido.
Pero, ¿qué pasaría si pudiéramos medir con precisión el dolor crónico y predecir cuándo y con qué frecuencia ocurriría?
Esta es la pregunta que IBM y Boston Scientific están respondiendo a medida que avanzan significativamente en un nuevo marco para cuantificar el dolor con precisión, utilizando inteligencia artificial, la nube y datos de pacientes recopilados continuamente para ayudar a los médicos a medir el dolor de una manera completamente nueva.
El equipo se basa en un análisis profundo de cómo los niveles de habla, lenguaje, movimiento, sueño, estado de ánimo y estrés se pueden reunir y analizar con IA para medir los niveles de dolor, así como predecir aumentos o disminuciones del dolor. La nueva investigación detalla:
- La capacidad de los modelos de IA para predecir las reacciones de dolor personalizadas de un individuo en la pandemia de COVID-19, lo que demuestra que la IA puede predecir un aumento o disminución del dolor en respuesta a factores estresantes externos.
- Técnicas de IA que pueden capturar y analizar datos de movimiento de relojes inteligentes para medir con precisión los niveles de dolor, así como predecir los niveles de dolor al día siguiente.
Esto sienta las bases para que los dispositivos médicos, como los estimuladores de la médula espinal, utilicen la IA para predecir las señales de dolor crónico y ajustar automáticamente su respuesta. También podría ayudar a ciertas personas a adaptar la cantidad de analgésicos que necesitan a diario, en lugar de una receta general.