El próximo 20 de septiembre se conmemora el día de la concientización del crecimiento infantil, una fecha cuyo principal objetivo es sensibilizar a la población sobre la importancia de identificar y consultar a tiempo en casos de detectar trastornos en el crecimiento de los niños.
La hormona del crecimiento (GH) se ha convertido en las últimas décadas en uno de los tratamientos de reemplazo hormonal más populares; esto debido a su alta eficacia en la terapia de algunas enfermedades o condiciones clínicas que dificultan el crecimiento; comenta María Teresa Bedoya, Gerente Médico de Endocrinología de Merck. Algunas de ellas son la deficiencia de GH en adultos o en el paciente pediátrico o con insuficiencia renal crónica, el Síndrome de Turner, y niños nacidos pequeños para la edad gestacional , que no han recuperado su potencial de crecimiento.
Algunos niños no crecen, o crecen mucho por diversas razones y generalmente esas razones tienen que ver con: problemas de crecimiento, problemas externos como malnutrición o enfermedades desconocidas conocidas como trastornos idiopáticos de crecimiento, entre otros. Algunos trastornos relacionados con el crecimiento tienen también relación con complicaciones metabólicas y afectaciones en la autoestima y la salud mental.
¿Cómo se diagnostica?
Existen varias señales de alerta que nos indican que un niño pueda presentar un déficit de hormona del crecimiento (GH). La más frecuente, es un lento desarrollo de la estatura; un niño que es más pequeño que la media de su edad o que en cualquier momento de la infancia deja de crecer. En todo caso, el primer paso es acudir a un médico pediatra, quien hará las valoraciones precisas y descartará otras patologías como causas del lento crecimiento. En el momento oportuno, el pediatra remitirá al niño a un endocrinólogo pediatra, quien se encargará de evaluar y formular el tratamiento hormonal, en caso de ser necesario.
¿Qué es la hormona del crecimiento?
La hormona del crecimiento humano (GH), también conocida como somatropina, es una sustancia producida por la glándula pituitaria (o adenohipófisis), que se encuentra en la base del cerebro. La GH estimula el crecimiento infantil y ayuda a mantener los tejidos y órganos a lo largo de la vida . Además, tanto en niños como en adultos, ayuda a controlar el metabolismo del cuerpo, que es el proceso por el cual las células convierten la comida en energía y producen otras sustancias que el cuerpo necesita .
La hormona ha sido usada como terapia hormonal desde los años ochenta, cuando se logró sintetizar por biología molecular. Este uso históricamente se ha limitado a las patologías que involucran problemas en la producción de la hormona o retrasos en el crecimiento por causales definidas.
Rara vez los padres entienden la importancia de supervisar el crecimiento anual del niño. Esto no siempre debe ser un motivo de alarma. También hay factores genéticos que influyen en la estatura de las personas. Sin embargo, llevar un control del crecimiento de un niño es importante para garantizar un diagnóstico y tratamiento correcto.