La sal le pone sabor a nuestras comidas, es verdad, pero también es capaz de agregarle otros ‘ingredientes’ indeseables a nuestras vidas: hipertensión, un mayor riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la sal “es la fuente principal de sodio, cuyo crecido consumo se asocia a la hipertensión y a un mayor riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares”. Aunque los expertos recomiendan consumir menos de 5 gramos de sal por día, lo cierto es que la mayoría de las personas consumen demasiada sal, de 9 a 12 gramos por día en promedio. La OMS estima que cada año se podría evitar 2,5 millones de muertes si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado.
“Cuando hace calor y hay humedad, y uno transpira, se necesita más sal en la alimentación”.
-El sudor contiene poca sal y por lo tanto no es necesario agregar más incluso en los días cálidos y húmedos. Sin embargo, es importante beber mucha agua.
“La sal marina no es ‘mejor’ que la refinada por el simple hecho de que sea ‘natural’”.
-Cualquiera sea el origen de la sal, es el sodio el causante de problemas de salud.
“La sal agregada en la cocción no es la fuente principal de la ingesta de sal”.
-En muchos países, alrededor del 80% de la sal en la alimentación proviene de alimentos elaborados.
“No se necesita sal para que los alimentos tengan un sabor apetitoso”.
-El ajuste de las papilas gustativas lleva cierto tiempo, pero cuando uno se habitúa a que haya menos sal, es más probable que se aprecien los alimentos y que se reconozca una gama más amplia de sabores.
“Los alimentos sin sal no tienen sabor”.
-Tal vez sea cierto al principio, pero las papilas gustativas se van habituando a la disminución de la sal.
“Los alimentos ricos en sal tienen un gusto salado”.
-Ciertos alimentos ricos en sal no parecen tan salados porque a veces se les añade otros ingredientes, como azúcares, para disimular el sabor. Es importante leer las etiquetas para conocer el contenido en sodio.
“Solo las personas de edad se deben preocupar por la cantidad de sal que consumen”.
-El hecho de consumir demasiada sal aumenta la tensión arterial a cualquier edad.
“La disminución de la sal podría ser nociva para mi salud”.
-Es muy difícil consumir muy poca sal, dado que está presente en gran cantidad de alimentos de la vida cotidiana.
Para los adultos: la OMS recomienda consumir menos de 5 gramos (un poco menos que una cuchara de té) de sal por día.
Para los niños: la OMS recomienda ajustar a la baja, para los niños de 2 a 15 años, la ingesta máxima recomendada para los adultos en función de las necesidades energéticas en relación con las de los adultos. Esta recomendación no comprende el periodo de lactancia natural exclusiva (de 0 a 6 meses), ni el de alimentación complementaria de la lactancia natural (de 6 a 24 meses).
Toda la sal que se consumes debe ser yodada, es decir “enriquecida” con yodo, lo cual es esencial para un desarrollo sano del cerebro del feto y del niño pequeño así como para optimizar las funciones mentales en general.