Si bien la pérdida de audición es una situación que debe diagnosticarse y tratarse en todas las edades, en la infancia, un diagnóstico temprano puede ayudar a dar a los niños un futuro más brillante.
466 millones de personas en todo el mundo viven con una pérdida de audición moderada a profunda, de ese número, 34 millones son niños, lo que puede obstaculizar su capacidad para participar en el colegio, obtener una educación y alcanzar su pleno potencial.
María Piedad Núñez, audióloga y gerente clínica de Cochlear Colombia, comparte cinco consejos para que los padres estén alerta a posibles pérdidas de audición en los primeros años de vida.
1. Antes de nacer:
Estar alerta a antecedentes hereditarios, alteraciones en la gestación o problemas en el nacimiento, bebes prematuros en tiempo y en peso y consumo por parte de madres de medicamentos que en altas dosis pueden generar pérdida auditiva.
2. Primeros días de vida:
Cerciorase desde el día 1, que su hijo a la hora de nacer, reciba un examen auditivo que permita identificar una posible pérdida, conocido como Tamizaje neonatal.
3. Primeros meses de vida:
Estar alerta a fiebres altas, ingestas de medicamentos en altas dosis y fuertes golpes en la cabeza.
4. Hacia el primer año:
El niño debe estar produciendo sus primeras palabras, estar alerta a signos como falta de adquisición de su primer vocabulario, falta de reacción ante sonidos fuertes y medios.
5. Niños mayores de 2 años:
Estar a alerta a niños muy distraídos con pobre lenguaje con respecto a sus pares, y que sufran de otitis a repetición. Hay que estarlos controlando para evitar que sean procesos crónicos que generen perdidas temporales.