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Salud

Aditivos en sus alimentos, ¿qué tener en cuenta?

Los aditivos, como colorantes, saborizantes y conservantes, pueden ser naturales o artificiales. Una experta recomienda no pensar que dañan nuestra salud.

Aditivos en sus alimentos, ¿qué tener en cuenta?

La mejor calidad en cuanto a conservantes y saborizantes son los que tienen un origen natural.

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Los aditivos alimentarios se añaden a los alimentos para modificar sus propiedades, técnicas de elaboración o conservación, para mejorar su adaptación al uso que se les dé. Los más antiguos son la sal, el vinagre y los aceites, que se usan para extender la vida de carnes, verduras etc. Con el tiempo, se han desarrollado muchos más productos y entre esos están además de los conservantes, los saborizantes y colorantes (en los pueblos de la Costa, por ejemplo, hay plantas de achiote por todos lados y la usan para darle color rojo a las comidas).

La nutricionista y dietista Lina María Valencia afirma que “no es malo” que los alimentos tengan estos aditivos como los colorantes, saborizantes y conservantes, y que de hecho, “son indispensables para lograr que estos lleguen a nuestras casas en óptimas condiciones y para que sean agradables para el consumo. Lo ideal es que los alimentos tengan estos aditivos, pero que sean naturales”.

Si hablamos de saborizantes y conservantes, vemos que muchas personas tienen una mala percepción, satanizando estos dos términos. “Si se refieren a conservantes, saborizantes y colorantes, estos han tenido un tono despectivo. El papel que cumplen estos aditivos para la industria de alimentos es fundamental. Lo que los consumidores debemos reconocer es el esfuerzo que se realiza por parte de la industria de alimentos para responder ante nuestras necesidades, incluyendo en sus productos cada vez más aditivos naturales y menos artificiales”. Ella además explica:

Sobre los conservantes, saborizantes y colorantes...

- Hay una frase que dice: “Si no lo reconoces, no lo comas”. No estoy del todo de acuerdo, porque no todas las personas reconocen cuando el nombre químico que se le da a un conservante aparece en la lista de ingredientes y lo pueden tomar como que es “malo” solo por el hecho de que no saben qué es o no lo identifican. El ejemplo, perfecto es el que se da con el “ácido ascórbico”, parece un nombre raro, parece un ingrediente artificial, pero básicamente es vitamina C, es su nomenclatura química y es una vitamina, un conservante natural, y las personas pueden “satanizarlo” y creer que ese alimento no es apto para el consumo humano.

Por eso es muy importante que eduquemos a la población en general y a los consumidores, para que aprendan a identificar cuándo un alimento tiene conservantes, saborizantes y/o colorantes naturales, para que lo prefieran y lo consuman con mayor tranquilidad.

¿Hay niveles de calidad en conservantes y saborizantes?, es decir, si vamos al mercado, ¿qué deberíamos tener en cuenta para escogerlos?

- Sí, la mejor calidad en cuanto a conservantes y saborizantes son los que tienen un origen natural. Al leer los ingredientes de un producto, se debe buscar aquellos que contengan ingredientes más naturales como por ejemplo el licopeno, clorofila, betanina, beta carotenos o carotenoides, o curcumina en el caso de los colorantes.

Los saborizantes naturales provienen de alimentos como el tomate, la cebolla, las especias y/o mezclas de ingredientes naturales que pueden dar como resultado final, el sabor de un alimento específico.

Estos aditivos sirven para realzar el sabor de los productos y así brindar una experiencia no solo nutritiva sino también placentera para el consumidor.

Como conservantes naturales están la vitamina C (ácido ascórbico), tocoferoles y condimentos naturales como la sal, cebolla, aceites y otras especias que, además de mantener en adecuado estado el alimento, son fuente de nutrientes y tienen un impacto positivo para la salud.

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