Cuando hablan de ayuno, algunas personas se van a aspectos religiosos (en lo cual ciertamente se basa), sin embargo, expertos médicos hablan de él como un método alternativo que ayuda a reducir la ingesta de calorías. ¿Cómo?
Según el doctor Alejandro Sarmiento, deportólogo de Bodytech, este método no es una dieta sino un patrón de alimentación en el que se reduce el tiempo de comer a una ventana de 8 a 10 horas diarias, periodo en el que se consumen calorías y se deja un espacio de 14 a 16 horas entre la cena y el desayuno. Esto quiere decir que si la última comida es a las 7 p. m., la primera del día siguiente deberá ser entre las 9 a. m. y las 11 a. m.
Sarmiento asegura que para sacarle el máximo provecho al ayuno intermitente, las calorías que se consumen en la ventana de 8 horas deben ajustarse a las necesidades y objetivos de cada persona (pérdida de grasa, aumento de masa muscular o mantenimiento) y venir de fuentes naturales y poco procesadas, como pollo y huevos campesinos, pescado, carnes magras, verduras y frutas, nueces, granos y tubérculos. Es decir, que son este tipo de alimentos los que se deben consumir después del ayuno.
Según un informe de las investigadoras Astrid von Oetinger y Luz María Trujillo, “durante el ayuno los niveles de insulina están bajos y la captación de glucosa por parte del tejido muscular esquelético se reduce al mínimo, situación que privilegia el aporte de glucosa a los tejidos consumidores por excelencia: el sistema nervioso y glóbulos rojos. De esta manera los niveles bajos de insulina, presentes durante el ayuno, corresponden a un poderoso agente lipolítico, lo que favorece la utilización de ácidos grasos libres”.
Las investigadoras recomiendan el ayuno para combatir la obesidad, condición que según la OMS, plantea un alto riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, las coronarias y algunos tipos de cáncer
Un estudio que se realizó sobre personas que practicaban ayunos intermitentes, constató que este método logró reducciones de peso del 3% al 8% tras 3 - 24 semanas, mientras que la restricción calórica redujo el peso en un 4% - 14% tras 6 - 24 semanas.
Si usted hace ejercicio, lo ideal es no hacerlo en ayunas. El doctor Alejandro Sarmiento recomienda esperar a tener 1 o 2 comidas en el estómago para no sacrificar el rendimiento.
“Las comidas más grandes del día deben ser la de después de entrenar y la de la noche, con el fin de crear un ambiente hormonal ideal para la quema de grasa y el desarrollo de masa muscular. Durante el periodo de ayuno se puede tomar agua, café o té sin azúcar o endulzado con estevia”, complementa el doctor Sarmiento.