El doctor Camilo Abril Aguilar, experto en patologías de alta complejidad, ortopedia y traumatología, afirma que, ‘‘una lesión física se puede generar por múltiples razones como falta de estiramiento antes de hacer ejercicio, realizar un mal movimiento, tropezar, sobrecargar el cuerpo con ejercicios de alto impacto, uso inadecuado del equipo de entrenamiento”.
Existen dos tipos de lesiones ocasionadas con el deporte o actividad física: las lesiones agudas y las lesiones crónicas. Las primeras se presentan repentinamente mientras se está realizando ejercicio, ocasionando, entre las más comunes, fractura de huesos, esguinces de mano o de tobillo, dislocaciones, hinchazón muscular. Y las segundas ocurren después de realizar actividad física, se desarrollan progresivamente, como tendinitis, hinchazón, dolores constantes.
La actividad física es básica en el diario vivir de las personas, pero siempre debe ir acompañada de una evaluación médica o de un experto físico. “Una persona que poco hace ejercicio no puede instantáneamente realizar actividad de alto rendimiento. No obstante, un deportista de alto nivel también debe asesorarse constantemente. Cualquier lesión puede generar no sólo repercusiones físicas, también psicológicas y conductuales como depresión, estrés, baja autoestima, cólera, obesidad’, concluye Abril.