El 20 % de las personas tiene tendencias antisociales y solo en un 2,5% son verdaderamente peligrosas. El trastorno de personalidad antisocial, a veces llamado sociopatía, es una afección mental en la que una persona no muestra ninguna consideración por lo bueno y lo malo, e ignora los derechos y los sentimientos de los demás.
Hablan en términos generales: cuando van a dar una mala noticia o van a transmitir un mal comentario no dicen quién fue el remitente, sino dicen “Todos piensan o todos dicen”, para ellos toda la sociedad es mala o está descontenta.
Se dedican a transmitir principalmente información negativa: estas personas enfocan su atención en las malas noticias, críticas y comentarios que descalifican a los demás.
Agrandan el problema: cuando van a transmitir una información negativa usan su creatividad para tergiversar, y hacer que se vea peor de lo que es o incluso inventan.
Cerca de estas personas vemos amigos o allegados que tienen muchos tropiezos en su vida: es difícil tratar de ayudar a estos individuos que tienen problemas si permanecen cerca de seres antisociales.
Cuando se enojan, escogen al blanco incorrecto: si tienen un problema con su jefe, se desquitan con la persona equivocada.
Les cuesta terminar lo que empiezan: estas personas tienen problemas para terminar ciclos y se llenan de proyectos inconclusos.
No sienten culpa y no tienen sentido de responsabilidad por los actos dañinos que hacen.
Les parece terrible ayudar a los demás: solo les gusta apoyar en las actividades que destruyen y hacen daño.
Tienen un significado incorrecto de la propiedad: piensan que nada le pertenece a nadie, que todo es de todos, y por eso no respetan lo ajeno.
Estas personas se dividen en dos: PTS (Potencial Trouble Source), en español fuente potencial de problemas y los SP (Suppressive Person) o supresivos. Los PTS tienen salvación, pero los SP no responden a ningún tratamiento psicológico ni de superación personal, y lo mejor es alejarse de ellos. Por lo general muestran una máscara amable pero son capaces de hacer mucho daño, incluso pueden acabar con una empresa y con la vida de otra persona. “Tanto en la vida laboral como personal podemos encontrar este tipo de personas, en muchos casos pasan desapercibidas, pueden ser la mano derecha del jefe y un familiar muy importante para usted. Lo más importante es detectarlas antes de que le hagan daño a su vida”, dice el director de Performia Colombia, Jairo Pinilla.
Los puestos en los que no deben estar personas antisociales son: donde manejen dinero, lugares donde se puedan accidentar o departamentos contables y administrativos, ya que un error puede costar mucho a la empresa, y estos individuos tienen la tenencia a equivocarse y las cosas les salen mal a menudo.
Esto indica un estudio realizado por Performia, basado en la observación desde hace varios años a 2 millones de personas en cinco continentes.
Si siente que existen muchos problemas en su entorno, o que las cosas no salen bien y constantemente fracasa en sus proyectos, tome en cuenta las siguientes observaciones: