Luz Merys Jiménez Ortega no puede caminar desde hace cerca de una semana y media, debido a un cáncer metastásico, detectado el 21 de marzo. Aún no le confirman cuál es, porque necesita una prueba inmunohistoquímica que determine si el tumor tiene proteínas receptoras HER2 (receptor 2 de factor de crecimiento epidérmico humano, gen que puede influir en el desarrollo del cáncer de mama).
La espera se hace más larga para Luz Merys y su familia, quienes ven que su estado de salud empeora. Desde hace cerca de dos meses le enviaron la solicitud a su EPS Comparta, pero no les responden, tienen una acción de tutela y un desacato para su remisión a un hospital especializado, pero no ha sido suficiente. Mientras, está en el Hospital Universitario, donde le aplican medicamentos para el dolor.
Su hija, todos los días la carga de la camilla hasta una silla de ruedas para bañarla, luego la pasa a una silla plástica y repite el procedimiento para regresarla a la cama.
“El juzgado dio una medida provisional para que hicieran la remisión a un centro especializado de hemato-oncología, pero no lo hicieron. Ella sigue en el hospital”, explicó la hija de la paciente, Cenelia Barco Jiménez.
Acudió al Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis) la semana pasada y le respondieron que buscaban un hospital para el tratamiento. Igual que les responde la EPS.
Así comenzó
A mediados de marzo, Luz Merys tuvo un accidente en un bus. Iba de pie, sostenida con fuerza y se fracturó el brazo izquierdo. Luego de eso, fue a una cita médica para que la atendieran por el accidente y allí se descubrió lo peor. El cáncer.
Le practicaron una biopsia en el húmero izquierdo, con un resultado de fragmento irregular de tejido. “Los cortes muestran proliferación de células de aspecto plasmocitoide, que sugieren compromiso por una neoplasia de células plasmáticas, por lo que se solicitan estudios para determinar comportamiento biológico”, dice el informe, con fecha de 21 de marzo.
Según Cenelia, la EPS solo les autorizó la cita con un hematólogo, quien solicitó los exámenes correspondientes.
Pese a esta solicitud urgente, Luz Merys fue atendida en el Hospital Universitario, después de su alta, pero tras su cita con el oncólogo la internaron nuevamente. Allí, como no tienen la especialidad, aseguran que deben remitirla al centro asistencial con servicio de hematología completo para estudio de médula ósea y un tratamiento con quimioterapia.
“Ella mejoró con la hospitalización, pues tenía el potasio bajo, vomitaba, es decir, estaba desestabilizada. Realmente del tratamiento que le deben realizar, aún nada”, destacó la hija.
La EPS buscó cupo en una clínica de Barranquilla, pero no lo consiguieron y ahora, según Cenelia, averiguan con el Instituto Nacional de Cancerología en Bogotá.
Lo más preocupante para la familia es que la enfermedad progrese y ella no tenga ningún tratamiento.
El Universal intentó comunicarse en reiteradas ocasiones con la EPS Comparta pero fue imposible conocer su versión. Se conoció que el Dadis recibió la queja y que está tramitando su solución en el menor tiempo posible.
