Sí: Hay temas que son difíciles de hablar con nuestros hijos. El suicidio infantil pasó de ser un tabú y un asunto prohibido a convertirse en una dolorosa realidad que merece ser tratada en familia con precaución, pues, según los expertos, el silencio total es aún más peligroso.
El siniestro juego de la “Ballena Azul”, que incita a pasar retos hasta llevar a las personas al suicidio; o los 65 casos de suicidio infantil en niños entre los 5 y 17 años, registrados este año por Medicina Legal, demuestran que este asunto debe ser informado públicamente y sin temor.
Pero, ¿es posible hablar sin miedo de suicidio con los niños? ¿Cómo reconocen los padres si sus hijos han pensado en quitarse la vida?
Yahira Guzmán, psiquiatra y jefe del área de Salud Mental de la Universidad de La Sabana, afirma que el suicidio con los niños se debe tratar, según la edad, de forma abierta, espontánea y natural. Nunca como algo positivo, pero tampoco como un tabú.
Esta terrible decisión, explica la experta, “debe ser asumida como un evento que no debe ser glorificado. Al hablar del tema los padres se deben respaldar con información sobre la prevención y los factores de riesgo, pero nunca de manera explícita, ni con detalles”.
Reconozca las señales de alerta
Debido a esta realidad, el Área de Salud Mental de la Universidad de La Sabana publicó un informe que revela los principales indicadores que deben tener en cuenta los padres de familia para identificar cuándo sus hijos están en riesgo de tener ideación o tendencia suicida.
De acuerdo al informe, las principales señales que alertan sobre una posible autoagresión del niño son:
- La pérdida de un año escolar.
- Baja autoestima.
- Los sentimientos excesivos de culpabilidad.
- El consumo de drogas.
- La intolerancia al fracaso y el acoso -conocido como bullying o matoneo.
- El pequeño se corta a sí mismo.
Se calcula, por ejemplo, que el fracaso escolar es la causa de por lo menos el 5% de los casos de suicidio infantil; y que entre el 5 y el 10% de los menores víctimas de matoneo han pensado en algún momento en esta fatal decisión.
Dialogue con los niños
Muchos padres evitan mencionar el tema porque temen que, al hacerlo, se incite al suicidio pero no es así. Lo importante es tener en cuenta la capacidad del menor de comprender y reflexionar sobre quitarse la vida. Recuerde: hay que prevenir antes que lamentar.
Números del problema, claves para la solución
Según el Instituto Colombiano de Medicina Legal y Ciencias Forenses, al 31 de marzo de 2017 se suicidaron 65 niños con edades entre los 5 y 17 años; de ellos ocurrió un caso en un menor de 5 a 9 años, 35 episodios en chicos de 10 a 14 años y 29 eventos en adolescentes entre 15 y 17 años.
Por ciudades, la mayor tasa de suicidio infantil la tuvo Bogotá, con 35 eventos; seguido de Medellín, 16; Cali ,11; Ibagué y Pasto, 6; Manizales y Soacha, 5.
Al hablar del tema los padres se deben respaldar con información sobre la prevención y los factores de riesgo”, afirma la experta.
Siga estos consejos
1. Si hay un intento o acto suicida en los amigos o compañeros del niño o adolescente, trate el tema de manera abierta y natural. ¿Tú qué piensas? ¿Qué opinas? ¿Qué has sabido? Son preguntas que deben hacerse sin rodeos.
2. No hable con ellos de suicidio solo porque vio una noticia en TV, la escuchó en la radio o la leyó en la prensa. La clave es tratar el tema desde las causas y hacer un ejercicio con el menor para que comprenda las razones que llevaron a su compañero o amigo a hacerse daño.
3. Ejerza control sobre los contenidos que el niño o adolescente consulta en internet. En la web los menores encuentran desde los diferentes métodos para quitarse la vida hasta testimonios de personas que buscan persuadirlos a que se suiciden.
4. Tenga una buena comunicación con sus hijos. Esta es la clave para generar confianza con el menor y que le cuente lo bueno y lo malo; nunca lo juzgue y siempre muéstrele que de cada mala acción hay un aprendizaje. Recuerde, nada es urgente ni para siempre.
5. Si se da cuenta de que el niño intentó hacerse daño, no se alarme exageradamente. No pregunte por el método que utilizó sino por las razones que lo llevaron a tomar esta decisión.
6. Enséñele al menor a entender el fracaso como una oportunidad. Explíquele que en la vida pueden ocurrir grandes pérdidas emocionales, económicas y afectivas. Esto le permitirá fortalecer su carácter y le ayudará a entender que para superar las pérdidas no es necesaria la auto agresión.
7. No menosprecie ni minimice las conductas auto agresivas sencillas. Cortarse intencionalmente con hojas de papel o lesionarse con objetos cortopunzantes, como un corta uñas o una cuchilla de afeitar, son un llamado de atención para entrar a discutir el tema y saber qué está pasando.
8. No deje visiblemente medicamentos, venenos o fertilizantes que estén al alcance de los niños. Si estos son consumidos por accidente o intencionalmente pueden ser letales.
