La otoesclerosis es una alteración metabólica del hueso en el oído medio, que puede extenderse al oído interno y ubicarse en uno de los huesillos. Esto significa que se presenta un crecimiento anormal del hueso, el cual tiende a ponerse como una especie de esponja, impidiendo las vibraciones.
Las vibraciones son necesarias para la conducción del sonido y para que la persona pueda oír. Cuando esta función se altera, se presenta la hipoacusia (pérdida auditiva).
Cuidado con los zumbidos
Si ha sentido en alguna ocasión zumbidos en los oídos, cada vez escucha menos y se encuentra entre los 25 y 50 años, es necesario que revise su audición porque puede tener alteraciones del oído medio o interno y padecer otoesclerosis.
Así lo señala el otorrinolaringólogo y otólogo José Antonio Rivas, de la Clínica Rivas.
En países como Colombia, donde la población en su mayoría es joven, ocurre con frecuencia que la pérdida auditiva de mujeres y hombres en este período de edad, se dé por una enfermedad llamada otoesclerosis.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la otoesclerosis es la causa más frecuente de hipoacusia en adultos jóvenes. (Consulte más sobre la OMS)
Esta afección generalmente comienza al iniciar la adultez, es más común en las mujeres que en los hombres y suele afectar a ambos oídos.
Cuando la enfermedad está avanzada y el tratamiento quirúrgico no es eficaz para la restauración de la audición, el paciente puede perder completamente la audición convirtiéndose en un candidato para el uso de prótesis auditivas electrónicas.
Síntomas y factores de riesgo
Aunque la pérdida de la audición o hipoacusia puede ir ocurriendo de manera lenta al comenzar la otoesclerosis, continúa empeorando con el paso de los días. Ocurre con frecuencia que quien la padece, escucha mejor en ambientes ruidosos que en silenciosos. Además se presentan zumbido en los oídos (tinnitus).
Los factores de riesgo que predisponen a esta afección comprenden antecedentes familiares de hipoacusia y cambios metabólicos durante el embarazo.
Además, las personas de raza blanca son más propensas que otras a presentar esta afección, la cual, de no ser tratada a tiempo, puede causar sordera, acúfenos (zumbidos en el oído) y hasta vértigo.
Según investigaciones de la Clínica Rivas, en el 98% de los casos, la otosclerosis mejora con cirugía primaria o en algunos casos con el uso de audífonos que aunque no curan la enfermedad ayudan a aliviar algunos síntomas. Otras terapias incluyen la ingesta de pastillas de fluoruro de calcio para prevenir el avance de la enfermedad.
