Los múltiples dolores en músculos y articulaciones son una característica de la fibromialgia.
Es más común en mujeres que en hombres (80% y 90% de los casos según Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos) y generalmente ocasiona dificultad para dormir, rigidez matinal, fallas de memoria y problemas de concentración.
Sin embargo, un alto porcentaje de pacientes colombianas con enfermedades relacionadas con la fibromialgia, siguen siendo mal diagnosticadas y llevan años sin recibir el tratamiento.
Así lo señala Omar Gomezese, anestesiólogo y especialista en Dolor, de la Fundación Cardiovascular (Bucaramanga) en el marco del Día Mundial de la Fibromialgia, que se conmemora hoy 12 de mayo.
Dice que es necesario crear mayor conciencia sobre el impacto físico y emocional de esta enfermedad, caracterizada por el dolor sin aparente causa, de diversas partes del cuerpo.
Aunque en el país no hay cifras oficiales, Gomezese estima que por lo menos el 90% de colombianas con fibromialgia recibe atención insuficiente para mejorar su patología.
Razones que están llevando al mal manejo
Según el especialista en Dolor, existen varias razones que llevan a que esta enfermedad sea subdiagnosticada.
“Hasta hace unos años las escuelas de medicina del país no contaban con una cátedra de dolor, de modo que hay pocos médicos entrenados para detectar la alteración y remitir a las pacientes a centros especializados”.
Si hay poco conocimiento en los médicos, también lo hay en las pacientes, lo cual hace que muchas no sepan cómo manejarlo.
“La paciente típica con fibromialgia carga con múltiples responsabilidades y vive tan ocupada que es muy difícil que realice los cambios en su rutina que le permitirían tener un mejor pronóstico. El resultado es que experimentan mucho más sufrimiento del que tendrían si se atendieran correctamente”.
Otras implicaciones de la enfermedad
Las pacientes fibromialgia, no sólo son hipersensibles a estímulos leves, sino que además son incapaces de atenuar las sensaciones dolorosas como ocurriría en una persona sana. En consecuencia, el dolor que sienten es constante e intenso.
Pese a que no se conoce con exactitud qué causa ese desorden, se sabe que hay factores de riesgo como la genética, el estrés, algunas infecciones y traumatismos que pueden predisponer a una persona a padecerla.
Para Gomezese, el tratamiento ideal incluye la prescripción de medicamentos que ayuden a modular las sensaciones dolorosas y aliviar la depresión. Además es fundamental que practiquen actividad física, disminuyan sus niveles de estrés, duerman al menos 8 horas diarias y acudan a psicoterapia.
“Si hacen todo eso tienen altas probabilidades de mejorar; uno logra compensarlas y su calidad de vida es significativamente mejor. Al tratarse de una enfermedad crónica, no se espera una recuperación total, pero sí es posible que vuelvan a trabajar y no se incapaciten”, explica el Anestesiólogo.
La enfermedad suele provocar depresión y perjudica la vida personal y laboral de las mujeres afectadas.
“Casi siempre tienen problemas en el trabajo porque terminan tan incapacitadas y con tantos problemas que o ellas renuncian o el jefe las echa. Además, esos mismos dolores que ocasionan molestias en la paciente provocan molestias en la pareja y es común que veamos hasta familias destruidas”.

