Cada dos minutos y medio nace en el mundo un niño o una niña con labio leporino y paladar hendido.
Aún en Colombia no existen cifras oficiales que den cuenta de la incidencia exacta, pero algunos estudios consideran que en el país, uno de cada mil niños nacidos es portador de dicha patología.
Este tipo de malformaciones son determinadas como congénitas y se presentan por múltiples factores.
"Por factores nutricionales, ambientales, genéticos, familiares, por falta de unión de los tejidos del labio durante las primeras semanas del embarazo. El labio y el paladar se forman entre la cuarta y la séptima semana de gestación y la falta de unión de estos tejidos son los que condicionan la presentación de esta patología ya sea en el labio, en el paladar o en las dos”, explicó Mauricio Herrera, director médico de la Fundación Operación Sonrisa.
Pero usted puede disminuir el riesgo de que su hijo nazca con esta malformación, si se alimenta de forma adecuada.
Según Herrera, “si la mujer tiene deficiencias de vitaminas o de ácido fólico se aumenta la posibilidad de presentar labio leporino casi al doble, eso quiere decir que debemos tener una prevención y darle multivitamínicos a las mujeres desde antes del embarazo y a las embarazadas, porque aumentan los requerimientos de vitaminas y de ácido fólico. Las pacientes embarazadas y las pacientes que están pensando en tener bebés deben tomar multivitamínicos”.
Vitaminas indispensables
Estudios han reflejado que en Colombia el consumo de multivitamínicos prenatales es bajo.
Esto indica que las mujeres no son conscientes de que el sano desarrollo de sus bebés en gestación, depende en gran medida del estado nutricional de ellas como madres, o que no hay suficiente nivel de información para que se forme esa conciencia.
Científicamente se ha comprobado que las vitaminas, en especial el ácido fólico, son indispensables en la prevención de defectos del tubo neural, y permiten reducir en un casi 50% el riesgo de que el bebé padezca labio o paladar hendido, si son ingeridas antes y durante los primeros 28 días después de la concepción.
Lo más recomendable durante el embarazo y la lactancia es tener una dieta sana, con un mayor consumo de hierro, vitaminas y minerales, que se van requiriendo en mayores niveles, dependiendo del mes de embarazo que tenga la madre y que se pueden encontrar también en las frutas y verduras.
Dificultades de malformaciones
Al nace con labio leporino o paladar hendido, los pequeños afrontan dificultades severas para alimentarse, porque es imposible formar el cierre de la boca requerido para ingerir alimentos, lo cual hace que se presenten más casos de desnutrición.
Desde el primer momento en que se identifica el pronóstico por parte del médico y se contempla una malformación de este tipo, se debe intervenir quirúrgicamente de inmediato.
“El niño se empieza a atender desde el momento en que nace y se hace un moldeamiento de los tejidos blandos desde que tiene un mes en delante, para preparar los tejidos para la cirugía. La cirugía del labio se realiza entre los tres y los seis meses, y la del paladar entre el año y el año y medio”, explica Mauricio Herrera.
El tratamiento mantiene una complejidad estética y funcional, por lo que usualmente se necesita más de una intervención; el éxito de la cirugía se garantiza con cuidado, apoyo, dedicación y perseverancia que la familia le brinde al paciente, para conseguir una adecuada rehabilitación.
Además, se considera que un elevado número de estos menores son miembros de hogares que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza, incluso de la indigencia.
Esta situación, conjugada con problemas de desatención en salud y de exclusión social, actúa como factor de riesgo para el sano desarrollo y bienestar de los niños y niñas de Colombia.

